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"Nosotras tenemos las ideas más claras y somos más decididas"

La joven pedagoga Andrea García descubrió en la repostería su vocación y acaba de abrir un obrador de dulces ecológicos en Ujo

Andrea García, trabajando en su obrador de Ujo. FERNANDO GEIJO

Andrea García Luna (Ujo, 1990) puso en marcha su empresa el pasado 3 de abril. Se llama Alma Avellana y es un obrador de dulces elaborados con productos ecológicos y del comercio justo. Lo de "alma", dice, es porque pone un poco de ella en todo lo que hace. Lo de "avellana" es un recuerdo para su amiga Romina, que la acompañó durante un viaje a Perú y le recomendó que visitara la confitería Ana Avellana. Decidió que ella haría unos dulces tanto o más sabrosos en Ujo (Mieres). Lleva muy poco tiempo como emprendedora, pero dice que han sido unos meses "de vértigo, de alegría y de miedo".

"El problema es que no estamos preparados para el fracaso, deberíamos estudiar emprendimiento en la escuela", asegura Andrea García. ¿Por qué ya son más las mujeres que abren empresas que los hombres en Asturias? "Nosotras, yo creo, somos más decididas, tenemos las ideas más claras y no nos importa tanto lanzarnos al vacío", asegura la mierense.

Lo suyo fue todo un salto. Se formó como pedagoga, pero se dio cuenta de que esa profesión nunca podría llenarla. Así que quiso viajar al extranjero, pero sus padres le recomendaron que antes trabajara en España una temporada. Suerte o destino, la contrataron en un bar y se encargó de elaborar los postres. "Decidí formarme en repostería, primero en Valladolid y luego en la Escuela del Gremio de Artesanos Confiteros de Asturias", explica. Luego viajó y empezó a darle vueltas a su idea hace ya más de un año.

El obrador de Alma Avellana está en Ujo. Tiene varios puntos de venta y principalmente colabora con otros emprendedores. "En Mieres, por ejemplo, tengo un punto de venta en Ca Silverio, una tienda de café gourmet que puso en marcha un emprendedor hace poco más de dos años", señala. Quiere que todo lo que hace en su empresa hable de ella, por eso las materias primas que utiliza son obtenidas en condiciones justas y respetando el medio ambiente: "Todos los ingredientes, absolutamente todos, son cien por cien ecológicos y del comercio justo". La mejor lección que aprendió estos meses, que ahora regala a todas las emprendedoras que conoce, fue la de no preocuparse tanto por el futuro: "Hay que estar en el día a día, trabajar al máximo y dar lo mejor. Si caes, tienes que levantarte".

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