Un acuerdo al que ayer llegaron los representantes del Partido Socialista y Unidos Podemos que estos días negocian el techo de gasto que se debe aprobar antes de que el Ejecutivo empiece a trabajar en los presupuestos de 2019 permitirá a los pensionistas volver a disfrutar de otra subida en sus prestaciones este año. Los partidos de izquierda han firmado un acuerdo en el que se comprometen a que este mismo año la subida de las pensiones vuelva a equipararse al Índice de Precios al Consumo. Es decir, quieren volver a ligar el aumento de estas prestaciones a lo que “sube” la vida.

En la práctica eso permitiría a final de este año volver a subir las pensiones. A pesar de todo aún no se sabe cuánto. El Índice de Precios al Consumo, un indicador que ofrece el Instituto Nacional de Estadística, sirve por ejemplo para actualizar lo que se paga por las rentas de alquiler. Se supone que si los salarios o las jubilaciones suben menos que ese IPC se pierde poder adquisitivo y eso es lo que se intenta ahora: que los jubilados no lo pierdan. (Al final de esta noticia te contamos cuánto subirán las pensiones si se aprueba esta medida).

El acuerdo entre el PSOE y Unidos Podemos tiene que pasar el trámite del Congreso de los Diputados, en donde los dos partidos no forman mayoría suficiente, y tiene que ser aprobado luego por el Pacto de Toledo. Algo similar a lo que se está viviendo ahora lo vivió el Partido Popular antes de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa. El gobierno (por aquel entonces dirigido por Mariano Rajoy) había propuesto a principios de año una subida de 0,25 por ciento para los pensionistas. Unos cuatro euros al mes de media. Esto enfadó a los jubilados de todo el país, que cogieron las pancartas y salieron a la calle. Un acuerdo posterior entre el PP y el PNV para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de este 2018 permitió una segunda subida de 1,35 que hace que cada jubilado reciba unos 12 euros más al mes.

Esta última subida ya se ha hecho efectiva. El gobierno pagó el 27 del pasado mes de julio los atrasos y el día 1 de agosto se abonó ya la prestación aumentada conforme a la legislación vigente.

En España las pensiones han subido unos 200 euros en la última década. Ahora mismo la pensión media (en la que se incluyen por ejemplo las de orfandad que son muy bajas) ronda los 1.084 euros. Una realidad similar a la de países de nuestro entorno con economías más fuertes y sistemas de jubilación diferentes.

Las pensiones han subido este año por tanto un 1,35 por ciento. Si tenemos en cuenta que el IPC del pasado mes de julio (el último del que se tiene noticias) fue de un 2,2 por ciento entonces las cuentas son claras. Hay que subir las pensiones casi otro 1 por ciento. Teniendo en cuenta el importe de la pensión media habría que subir las pensiones otros 10 euros de media pagando atrasos porque el IPC es acumulado del año. Es decir, a final de este ejercicio o más bien a principios del próximo los jubilados podrían recibir una “paga extra” de unos 150 euros. Nada mal para la cuesta de enero.

A pesar de todo el propio portavoz de Podemos en este campo aseguró que sería una "paga única" y no consolidaría por tanto la subida en el montante total.