Arcelor-Mittal paralizará tres líneas de su planta de Avilés por la caída de los pedidos de la industria automovilística, debido a la menor demanda de coches con motor a diésel, acusados ahora de ser altamente contaminantes. Así se lo transmitió esta mañana la dirección de la compañía a los sindicatos durante una reunión en La Toba, en la localidad avilesina, para hablar sobre la cartera de pedidos de la siderúrgica en Asturias.

El caso es que las previsiones para los próximos meses es que la venta de chapa para hacer la carrocería de los coches descienda. Y eso que se vienen de unos meses en los que las matriculaciones están creciendo con fuerza, pero se avecinan nubarrones.

Las paradas programadas serán temporadas. La línea de galvanizado 1 dejará de producir entre el 4 y el 11 de noviembre, una semana justa. Mientras que en diciembre, estarán en el dique seco las dos líneas de galvanizado de Avilés (la 1 y la 2), además de la de inspección, entre el 24 de diciembre y el 3 de enero. Durante esos días, la multinacional aprovechará para realizar tareas de mantenimiento.

La plantilla aprovechará estos días de paradas para coger los días de vacaciones que tengan pendientes o para hacer algunos cursos. En el caso de que haya algún empleado que ya haya agotado todos los días libres, la multinacional aplicará el expediente de regulación de empleo (ERE). Aunque la dirección de la siderúrgica garantizó durante la reunión que ése será "el último recurso".