"No es voluntad del Gobierno" aprobar de forma unilateral la modificación de la reforma de pensiones de 2013, según manifestó ayer la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, al ser preguntada sobre si el Ejecutivo piensa aprobar por decreto y antes de las elecciones generales la vinculación de la revalorización de las pensiones al IPC y la eliminación definitiva del llamado "factor de sostenibilidad", un ajuste para las nuevas pensiones cuya aplicación está aplazada hasta 2023..

Valerio señaló que, tras haber descarrilado las conversaciones de los partidos en el Pacto de Toledo, el tema de pensiones se ha quedado en "stand-by". La ministra dijo esperar que, después de tanto tiempo, tantas reuniones y comparecencias, el Pacto de Toledo "no caiga en el vacío" y que sus trabajos sean "una base en la que empezar a construir de nuevo el edificio cuando se constituya de nuevo Congreso".

"En la cuestión de las pensiones lo ideal es que, de cualquier forma, cuente con el acuerdo y el apoyo del Pacto de Toledo y el diálogo social", resaltó Valerio, tras recordar que hasta ahora tampoco hay pacto en materia de Seguridad Social con los agentes sociales, porque las patronales (CEOE y Cepyme) "alegaron que ya se está en periodo electoral".

Los sindicatos están presionando al Gobierno de Pedro Sánchez para que vincule las pensiones a la inflación por decreto y también para que derogue "los aspectos más lesivos" de la reforma laboral del PP. Pero Valerio también anticipó que este viernes no irán al Consejo de Ministros la aprobación de esos cambios, como la prevalencia de los convenios de sector sobre los de empresa.