Aranceles medioambientales, rebaja del precio de la energía y asignación extra de fondos para compensar los costes indirectos del CO2. Esos son los "compromisos" del Gobierno de España para hacer frente a la crisis de la siderúrgica y que el propio presidente, Pedro Sánchez, transmitirá al presidente de ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, en la reunión que se celebrará en los próximos días. La compañía anunció ayer nuevos recortes en sus plantas asturianas. Desde el próximo lunes y durante todo el mes, la acería de Avilés rebajará su ritmo de producción por la caída de la demanda de acero y 45 trabajadores serán regulados de empleo.

El Gobierno de España y Arcelor-Mittal están preparando una reunión entre sus dos máximos dirigentes para abordar la crisis de la siderurgia. Será el segundo encuentro entre Pedro Sánchez y Lakshmi Mittal después del que mantuvieron el pasado enero dentro del foro económico de Davos, en Suiza. En aquella ocasión, el jefe del Gobierno español había trasladado al principal accionista y primer ejecutivo de ArcelorMittal el compromiso de su equipo de concretar medidas de apoyo para abaratar la factura energética de las industrias que, como las del acero, son intensivas en uso de la electricidad. Sánchez había afirmado que esas medidas llegarían en el primer semestre de 2019 con la aprobación del Estatuto del Consumidor Electrointensivo pero llegaron las elecciones del 28 de abril y el documento estaba sin aprobar y ahora el ejecutivo en funciones no tiene capacidad para aprobarlo. Al mismo tiempo, los problemas de la siderurgia se han multiplicado por el encarecimiento del mineral de hierro, el descenso de la demanda de acero en Europa, el aumento de las importaciones y el incremento de los costes medioambientales.

La asturiana Adriana Lastra, portavoz del grupo socialista en el Congreso de los Diputados en la última legislatura y vicesecretaria general del PSOE, señaló ayer en una entrevista radiofónica que fue difundida por la Federación Socialista Asturiana (FSA), que hay "una interlocución constante" del Gobierno central y del de el Principado con la dirección de ArcelorMittal y que ambos gobiernos y el PSOE "vamos a cumplir con nuestros compromisos". En primer lugar señaló el compromiso de defender "un arancel ambiental en la UE porque es importante proteger a nuestras industrias frente a otras de fuera que no asumen los costes del CO2 ni de nada parecido y que por eso sus productos son más batatos".Y añadió que el Gobierno también tiene "el compromiso de rebajar el precio de la energía y una asignación extra en los fondos por los costes indirectos de CO2". Sobre ese último capítulo, la ministra de Industria, Reyes Maroto, había asegurado hace un mes en Oviedo que se aportarían hasta 180 millones de euros.

"Buscamos la viabilidad de la empresa y darle seguridad a los trabajadores", aseguró Lastra, que aunque destacó la importancia del encuentro entre Sánchez y Mittal, señaló que la situación "no se soluciona con una reunión, se soluciona con políticas concretas".

ArcelorMittal, que desde mayo ha rebajado su producción de acero en Asturias en 700.000 toneladas anuales, anunció ayer nuevos recortes a partir del lunes y durante todo el mes de octubre. La acería de Avilés reducirá su ritmo de producción y un total de 45 trabajadores de plantilla serán regulados de empleo. Según fuentes de ArcelorMittal, la medida se toma como consecuencia de la falta de pedidos y ante la necesidad de ajustar el stock de cara al cierre del ejercicio. Tan baja es la demanda esperada para el último trimestre del año que ni es suficiente el recorte de producción derivado de la parada técnica que se producirá a partir de noviembre en una de las dos máquinas de colada continua, que será sustituida por una nueva de molde vertical que permitirá mejorar las calidades.

El recorte de producción en la acería de Avilés anunciado ayer, que va acompañado de paradas los días 7, 8 y 9 en las líneas de inspección, se sumará a los ceses de actividad en talleres previstos para la próxima semana. La multinacional ya comunicó el pasado martes que pararían todos los talleres de acabado de productos de Avilés: las dos líneas de galvanizado y de hojalata, el temper, los dos tándem, el taller de cilindros en frío, la línea de decapado y la línea de recocido continuo. Con esas paradas se quedarán en casa 500 trabajadores de la compañía y unos 50 de contratas. Dos días después, la compañía anunció más paradas para la próxima semana. Durante dos días pararán el tren de alambrón (8 y 9 de octubre) y el tren de chapa gruesa (9 y 10), ambas instalaciones en Gijón. En el primer caso se quedarán en casa 60 trabajadores y el segundo 40. También se verán afectados una docena de trabajadores de laboratorios y calidad, y personal de la contrata Daorje destinado al saneo de alambrón.

En total , los recortes de producción y las paradas de talleres ya previstas a lo largo de este mes afectarán a más de 700 trabajadores, que de tener gastados los días de licencia y vacaciones serán regulados de empleo en las condiciones del ERTE vigente y que garantiza casi el 93% del salario.