La Comisión Europea no le pide a España que reduzca el déficit y la deuda pública por primera vez en mucho tiempo. Esta vez las autoridades comunitarias reclaman, como consecuencia de la crisis, que el Gobierno español acentúe el gasto en tres frentes: gastar lo que sea necesario para frenar el hundimiento económico y la crisis sanitaria; fomentar el empleo con incentivos, y medidas urgentes para apoyar a las pymes y los autónomos.

Para ello la Comisión recomienda que se adelanten proyectos de inversión que estén maduros y se incentive la actividad privada aprobando nuevas reformas estructurales. Para Bruselas la recuperación depende en gran medida de mejorar la productividad y la innovación.

La suspensión del Pacto de Estabilidad se mantiene por tanto de momento de manera indefinida, explicaron ayer el vicepresidente Valdis Dombrovskis y los comisarios Paolo Gentiloni Nicolás Schmit al presentar las recomendaciones para el semestre. Eso significa que los estados miembros no tienen límites, pero en cuanto la situación se recupere Bruselas exigirá de nuevo ajustes -aunque probablemente no tan intensos como en el pasado- para equilibrar los presupuestos nacionales. Los tres comisarios que presentaron los informres insistieron en la gravedad de la crisis y en la reformulación de la política económica para intentar salir lo más pronto posible de esta crisis que Gentiloni, el comisario de Economía, calificó como la pero desde la II Guerra Mundial.