Una vez cerrada la carpeta del teletrabajo, el Gobierno reabre la negociación todavía pendiente paraGobierno prorrogar los ERTE de la covidLa fecha límite, el 30 de septiembre, cada día está más cerca y este miércoles, a las cuatro y media de la tarde, Gobierno, patronal y sindicatos vuelven a citarse en la mesa de diálogo social para tratar de cerrar un acuerdo. La discriminación por sectores y el modelo de ayudas para incentivar que las empresas saquen al máximo trabajadores del erte son los principales escollos en las conversaciones que las partes tratarán de resolver a partir de la tarde de este miércoles.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró esta semana que "no saldrán de la mesa" hasta tener un acuerdo. Díaz pretende sumar una nueva victoria en el diálogo social y rubricar un consenso con patronal y sindicatos. No obstante, es en las competencias de su compañero de Gobierno, la del ministro de Seguridad Social, José Luís Escrivá, donde se juega lo que queda de partido. El nivel de exoneraciones, sus proporciones y qué empresas podrán acceder a estas es la clave de las negociaciones. La fecha que actualmente se baraja para esta nueva prorroga es hasta el 31 de enero.

La última propuesta de Escrivá a los agentes sociales busca priorizar a los sectores más afectados y que no tienen previsión de poder volver a abrir hasta ya entrado el 2021. Para estas la Seguridad Social plantea exoneraciones de las cotizaciones de sus trabajadores entre el 85% y el 70%, con el objetivo de permitir su hibernación a un coste mínimo. Y a estas ayudas podrán acogerse un número limitado de empresas de sectores concretos, especialmente vinculados con la actividad turística.

Ahí las partes están pendientes de definir una lista concreta de CNAEs (tipologías de actividad empresarial), a la que podrán añadirse todas aquellas compañías, sea cual sea su CNAE, que puedan acreditar que el 50% o más de su facturación depende de firmas que sí estén en actividades de esa clasificación. El Gobierno defiende esta aproximación sectorial, con esa flexibilidad de las empresas dependientes, pero dicho planteamiento no satisface, por el momento, a los agentes sociales.

A ese puente a los 'cuarteles de invierno' para las empresas dependientes del turismo podrán acogerse, según cálculos del Ejecutivo, casi 210.000 trabajadores. Agosto finalizó con algo más de 800.000 empleados en un expediente de suspensión. El resto de empresas que sigan en erte deberán adaptarse a exoneraciones menroes, que Escrivá insiste en plantear en un modelo de dos velocidades. Ahí está otro escollo, especialmente por parte de la bancada de la CEOE.

En empresas con un erte parcial, Seguridad Social plantea mayores exoneraciones para los trabajadores que salgan del erte y menores para los que continúen. Un esquema que ha regido hasta ahora y que no gusta a los agentes sociales, pues entienden que en la fase actual las empresas ya no desafectarán trabajadores por tener más o menos incentivos, sino principalmente por los márgenes que les permita la reactivación de la demanda y el consumo.

ERTE por rebrote

El tándem Escrivá-Díaz plantea mantener la figura de los 'ertes por rebrote', con las exoneraciones de entre el 80% y el 60% como hasta ahora, pero con criterios de acceso más flexibles. Un compromiso que depende más de las competencias de las autoridades laborales de las comunidades autónomas, que hasta ahora ya han mantenido una actitud accesible para con esta fórmula. Esta vía está pensada para los reconfinamientos o las nuevas restricciones gubernamentales habilitadas por territorios que se están dando en la actual fase de la pandemia y que tienen, hasta ahora, una duración corta. Como sucedió en Lleida u Hospitalet en verano o como está sucediendo ahora en barrios de Madrid.

La intención manifestada por el Ejecutivo a los agentes sociales es la de renovar este mecanismo, pero sin fecha límite. Es decir, así como el resto de incentivos a los ERTE de la covid sí que tendrían un vencimiento programado (hasta el 31 de enero, salvo nueva renovación), los ertes por rebrote se mantendrían vigentes 'sine die'.

Prestaciones al 70%

Uno de los escollos ya salvados durante las negociaciones era las garantías para las prestaciones de los trabajadores en erte. Inicialmente Trabajo planteó que el 'contador a cero' del paro no se renovaría a partir de esta prorroga. Es decir, que aquellos empleados que continuaran en un ERTE comenzarían a consumir derecho a prestación por desempleo. Ello no implicaría que se quedaran sin prestación (ahí Trabajo mantenía la garantía), pero sí que podrían quedarse sin paga si fueran despedidos en los próximos meses. Finalmente Díaz movió ficha y ahora garantiza que se asegurará el 'contador a cero' durante el 2021. Es decir, las personas que fueran despedidas durante dicho año tendrían asegurada su prestación.

Otro elemento vinculado con las prestaciones, pero sobre el que hubo consenso desde el minuto 1 es la garantía de que los trabajadores en erte mantedrían sus prestaciones en el 70% de la base reguladora. Pues a los seis meses de estar afetactados dicha proporción baja al 50%, fruto de la última modificación introducida por la reforma laboral del PP. Ahí no hubo debate y todas las partes han coincidido en que el SEPE debía garantizar ese poder adquisitivo de los afectados.