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El Principado se volcará para que los proyectos de EDP en Asturias logren fondos europeos

El plan de la empresa lusa es un “modelo de transición energética”, según Industria, que pronostica “buenas noticias” de otros grupos

En el centro, el consejero de Industria y la directora general de Energía, Belarmina Díaz, ayer, en Soto de Ribera, con directivos de EDP. | Miki López

El Gobierno asturiano comprometió ayer su máximo apoyo político al plan inversor anunciado por EDP para acometer la transición energética en sus plantas de Asturias por un monto de 470 millones con el fin de que pueda acceder a los fondos europeos poscovid que va a recibir España por un total de 140.000 millones.

El consejero de Industria, Enrique Fernández, señaló ayer en el complejo termoeléctrico de EDP en Soto de Ribera que los “ambiciosos planes” de la compañía lusa para el Principado (almacenamiento energético, generación de hidrógeno verde e implantación de un parque eólico marino flotante, amén de aprovechamientos hidráulicos con hidrotornillos y experimentación del uso de hidrógeno para sustituir como combustible al gas natural en 2030 en los ciclos combinados, entre otras innovaciones) es “un ejemplo modélico de transición desde la generación de combustibles fósiles hacia nuevos vectores”. A su juicio, los planes de EDP “tienen encaje pleno” en los propósitos de los llamados Fondos de Reconstrucción y “vienen como anillo al dedo”. “El Principado”, sostuvo, “va a ponerse del lado de la empresa” y va “a tratar por todos los medios que pueda recibir financiación”. “Además de los fondos europeos”, señaló, “hay presupuestos estatales y autonómicos que también pueden ser válidos” para ese fin.

Otras empresas. El Consejero avanzó que “en las próximas semanas va a haber otras buenas noticias para Asturias porque hay más proyectos avanzados de otras empresas, que los trasladarán a la opinión pública”. A juicio de Fernández, deben ser ellas y no el Principado quienes lo hagan, aunque el Gobierno regional empezará a difundir algunos datos. Advirtió no obstante que de los 200 proyectos por 16.000 millones que conoce la Consejería, no todos saldrán probablemente adelante.

Efecto arrastre. Fernández destacó que el plan de EDP para Soto de Ribera supondrá convertir este complejo en el “gran centro de almacenamiento de energía para toda Asturias” mediante las diversas tecnologías que explora la empresa para cumplir la que será una función capital en un futuro energético fundamentado en fuentes renovables (no predecibles y programables) y merced a la disponibilidad de los nodos de acceso a la red eléctrica existente en la zona.

Tanto este proyecto como la gran apuesta por el hidrógeno verde en Aboño y el futuro parque eólico marino flotante contribuirán no sólo, dijo, a la transición hacia una energía descarbonizada, sino que actuarán a la vez con un efecto tractor sobre las industrias existentes en Asturias con capacidad para fabricar equipos, componentes y desarrollos tecnológicos para las nuevas fuentes renovables.

“Si Asturias quiere seguir siendo industrial, tiene que estar en la fabricación, mantenimiento y desarrollo de las tecnologías de futuro”, argumentó el Consejero.

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