La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto (Medina del Campo, 1973), llegó a la región en automóvil a las 19 horas del pasado jueves en medio de un aguacero. Dos horas después tenía la cita más complicada de su agenda asturiana: un encuentro con la representación de la plantilla de Alu Ibérica (antigua Alcoa) que empezó borrascoso y terminó en un nuevo compromiso de la economista vallisoletana de buscar una salida para la continuidad de la planta aluminera de Avilés, cuyo anuncio de cierre, a fines de 2018, podría ser considerado el primer hito de la nueva reconversión industrial que está en marcha. También tuvo tiempo para conceder una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA en la que repasó los grandes retos de la industria asturiana: fondos europeos, precio de la energía, descarbonización... Puedes leerla entera aquí.

–Otro sector clave en Asturias es el naval, ¿dispondrá de un PERTE para modernizarse (proyecto estratégico de alto alcance financiado con fondos europeos que requiere la aprobación del Gobierno)? 

–En el naval hemos hecho un refuerzo tanto de la parte industrial como en I+D+i. Hay un proyecto muy importante con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial que tiene que ver con el “gemelo digital” (replica virtual de elementos o procesos fabriles). Y está el compromiso de mantener los esquemas de financiación, que siempre ha sido una reivindicación de la industria naval. Por lo tanto, compromiso de financiación estable, líneas para mejorar la competitividad y proyectos de innovación. No sé si habrá un PERTE, pero ahora mismo sí hay una hoja de ruta para el naval que estamos desarrollando.

–¿Cómo vislumbra la temporada turística en ­Asturias?

–Los impactos de la pandemia han sido distintos a los de otras zonas que dependen más del turismo internacional y vacacional. De hecho, el del año pasado fue un buen verano aquí, y este lo volverá a ser, porque la región demostró ser un destino seguro. Habrá retorno de turistas nacionales que elegirán Asturias porque les da seguridad y, sobre todo, porque su producto es de naturaleza.