Liberbank y Unicaja ya tienen todos los permisos para fusionarse a finales de este mes. Las dos entidades comunicaron ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la operación ya cuenta con el visto bueno del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Se superan así todos los permisos y solo quedan los últimos trámites administrativos.
La resolución del ministerio que dirige Nadia Calviño –que data del pasado viernes aunque fue ayer comunicada públicamente– prevé que la unión que dará lugar al quinto banco español por volumen de activos (casi 110.000 millones de euros) se produzca en los términos en los que fue aprobada en las respectivas juntas generales que el banco malagueño Unicaja y el de origen asturiano Liberbank celebraron el pasado 31 de marzo.
Los trámites
Todos los reguladores competentes –CNMV, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) , Banco de España, Banco Central Europeo, Dirección General del Tesoro y Dirección General de Seguros– ya habían dado el visto bueno y una vez obtenida la autorización del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital solo resta la inscripción de la operación en el Registro Mercantil de Málaga y otros trámites menores.
Los plazos
“Las partes tienen previsto que la fusión, una vez culminados los últimos trámites administrativos, pueda quedar completada antes de finalizar el presente mes de julio”, comunicaron ayer a la CNMV las entidades financieras. Las fechas más probables para formalizar la operación son los días 23 y 30. Se pretende que sea un viernes para poder acometer durante el fin de semana –y antes de la apertura de la Bolsa el lunes siguiente–, la emisión de nuevas acciones de Unicaja y su canje por las de Liberbank, la amortización de estas últimas y la exclusión del banco asturiano del parqué.
Las condiciones
El principal escollo que superó la operación fue el del visto bueno de Competencia. La CNMC autorizó el proyecto el pasado 29 de junio, pero con algunas condiciones. Para proteger a los clientes de Liberbank, impuso al banco resultante (que tendrá mayoría accionarial del actual Unicaja) que durante año y medio no podrá empeorar las condiciones contractuales que tengan pactadas los usuarios del banco de origen asturiano sin comunicárselo previamente, y además deberá ofrecerles durante ese periodo productos equiparables, o mejores a los que ya tengan. En el caso de la provincia de Cáceres, donde se da una alta concentración de oficinas de las dos entidades, la CNMC impone a propuesta de ambas entidades que durante tres años la entidad resultante deberá ofrecer condiciones equiparables a las mejores que esté comercializando el grupo en los territorios en los que se enfrente a una mayor competencia de otros operadores.
El nuevo banco
Se denominará Unicaja Banco y está previsto que la sede social se sitúe en Málaga, aunque contará con centro operativos, además de en esa ciudad andaluza, en Oviedo (clave para Liberbank) y en Madrid. El banco resultante tendrá presencia en el 80% del país y más de 4,5 millones de clientes. Las entidades empezaron a negociar su unión en 2018 y, aunque en mayo de 2019 decidieron romperla, la pandemia del covid y la presión por ganar rentabilidad animó a ambas a darse una nueva oportunidad en octubre de 2020. Unicaja Banco, con una importante presencia en Andalucía y Castilla y León, cuenta con 6.200 empleados y 1.000 oficinas, mientras que Liberbank, creado por Cajastur-Banco CCM y las cajas de Cantabria y Extremadura, suma 3.700 trabajadores y 579 sucursales.
Otras operaciones
En el marco de la fusión por absorción entre Unicaja y Liberbank, esta última sociedad anunció ayer la resolución del contrato que tenía con Renta 4 Banco para reforzar la liquidez de sus acciones.
