Nueve industrias asturianas con altos consumos energéticos recibirán este año un total de 34,3 millones de euros correspondientes a las llamadas compensaciones por costes indirectos de CO2, una de las vías de ayuda que la UE autoriza para suavizar los costes eléctricos de los sectores expuestos a riesgo de deslocalización.

En línea con lo ocurrido en convocatorias precedentes, la gran industria asturiana obtiene el 19,19% del fondo distribuido por el Ministerio de Industria: 179 millones este año (a repartir entre 170 empresas), cantidad resultante de sumar 79 millones inicialmente previstos en los Presupuestos del Estado y una aportación extra de 100 millones que el Gobierno decidió ante la escalada de los precios energéticos y la vulnerabilidad de las fábricas electrointensivas. No obstante, la cifra final aún está lejos de los límites máximos que autoriza la UE: más de 300 millones, equivalentes al 25% de los ingresos del Estado por subastas de derechos para emitir CO2.

“Estas ayudas muestran el compromiso del Gobierno con los sectores industriales” y “son clave para el sector industrial porque mejoran su competitividad y refuerzan sus capacidades y el empleo en un momento en el que es necesario para la recuperación económica y social”, dijo la ministra de Industria, Reyes Maroto.