Seguimiento “masivo” de la huelga en Unicaja Banco, según los sindicatos

La jornada de huelga convocada en Unicaja Banco durante la jornada de ayer tuvo un seguimiento “masivo” que provocó el cierre del 90% de las oficinas a nivel nacional, según la versión que difundió CCOO. Por comunidades autónomas, el cierre de oficinas fue, siempre según el sindicato, del 95% en Andalucía, del 95% en Castilla y León, del 80% en Cantabria, del 85% en Castilla-La Mancha, del 80% en Extremadura, del 50% en Madrid, del 98% en Valencia y del 60% en Asturias, donde la entidad posee la red de Liberbank, banco absorbido por Unicaja tras un reciente proceso de fusión.

Otras fuentes sindicales señalaron que, dentro de Asturias, el seguimiento fue particularmente alto en oficinas de Oviedo y de las comarcas mineras. La dirección optó, explicó la CSI, por mover a personal que no secundo el paro de unas sucursales a otras para evitar que el cierre fuera más generalizado. Algunas fuentes cercanas al banco señalaron que la incidencia de la huelga fue muy inferior a la comunicada por los sindicatos, aunque no hubo versión oficial.

Toda la representación sindical de Unicaja convocó la huelga en rechazo al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha planteado la entidad, ante la dificultad para lograr avances pese a que se acerca el fin del plazo para negociar. Desde CCOO, sostienen que ninguna jornada de huelga celebrada en el pasado en Liberbank tuvo nunca un seguimiento y apoyo de la plantilla similar, por lo que han calificado la convocatoria de “éxito”. En consecuencia, el sindicato espera que Unicaja reconsidere su planteamiento, “totalmente alejado” de un acuerdo que garantizase la voluntariedad como único criterio de adscripción a todas las medidas.

El plazo para llegar a un acuerdo sobre el ERE finaliza, en principio, el 3 de diciembre. A las dos reuniones de la mesa negociadora que había convocadas hasta entonces los días 1 y 2 de diciembre, se ha añadido una nueva cita el 30 de noviembre. La empresa plantea 1.513 despidos (94 en Asturias) y el cierre de 395 sucursales (29 en Asturias). Según denuncian los sindicatos, el banco quiere también “homologar a la baja” las condiciones laborales de la plantilla que conservará.