La lista de grandes morosos con el Fisco que ayer divulgó la Agencia Tributaria es la más larga de las ocho publicadas hasta ahora, como consecuencia de dos cambios en su formato: la inclusión de los deudores a partir de los 600.000 euros –frente al listón de un millón de euros de las ediciones anteriores– y la incorporación también de los contribuyentes (sociedades o personas físicas) que tienen la condición de responsables solidarios. Como consecuencia de ello, el número de deudores se ha disparado por encima de los 7.000, un 88% más que en la relación de 2020.
El número de morosos ligados a Asturias supera los 60, según una primera estimación fundamentada en el domicilio fiscal o en la notoriedad pública de los nombres que aparecen. Los contribuyentes que tienen vínculos con la región suman débitos cercanos a los 400 millones de euros. Son, en su mayoría, empresas cerradas o en proceso de liquidación, negocios que a menudo sucumbieron durante la Gran Recesión (2008-2014) y cuya deudas considera vivas aún la Agencia Tributaria. En palabras del sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, se trata, en buena medida, más que de una lista de deudores, de una relación de “desahuciados”, en el sentido de que muchos de quienes aparecen “nunca pagarán sus deudas”.
Los mayores morosos que tienen conexión con Asturias son la inmobiliaria Nozar –propiedad de la familia asturmexicana Nozaleda– y el conglomerado empresarial del que forma parte Assignia Infraestructuras , constructora de ámbito nacional, ya liquidada y que estuvo controlada por la familia mierense Monje. La Agencia Tributaria atribuye a Nozar –en concurso de acreedores desde 2009 y aún activa– un agujero de 214,8 millones. Es la tercera mayor deuda que aparece en toda la lista, por detrás de las que tienen pendientes la también inmobiliaria Reyal Urbis (340 millones) y el grupo constructor y de ingeniería Isolux (329 millones).
Assignia debe 18,3 millones, y otras dos sociedades de los Monje (Essentium Inversiones y Essentium Grupo) figuran asimismo como morosas.
Un tercio de las sociedades asturianas con débitos se dedicaban a la construcción
Prácticamente, un tercio de las sociedades mercantiles domiciliadas en Asturias que aparecen con deudas fiscales superiores a los 600.000 euros pertenecen o han pertenecido –en los numerosos casos de empresas cerradas o en vías de liquidación– a los negocios de la obra civil, la promoción inmobiliaria y la industria auxiliar de la construcción. Así, vuelven a figurar los nombres de empresas que en su día fueron señeras en el sector regional, medianas empresas que hasta la Gran Recesión mantuvieron elevados niveles de actividad y de empleo: Ceyd, Contratas Iglesias, El Caleyu, Residencial Vegasol....
La publicación realizada por la Agencia Tributaria muestra también que siguen coleando débitos de sociedades industriales asturianas inactivas desde hace años, como Indemesa y el astillero Factorías Juliana, cuyas instalaciones fueron adquiridas por el grupo Armon en 2011. Aparecen, asimismo, compañías ligadas a la hostelería, como Hostura, el restaurante La Campana y la sociedad Fashion Company Esquibel.
Entre las personas físicas figura de nuevo el exministro y exvicepresidente asturiano Rodrigo Rato Figaredo, a quien Hacienda le imputa impagos por valor de 1,39 millones de euros.
Desde el pasado noviembre, la Agencia Tributaria ha ido notificando a los deudores su inclusión en la nueva “lista negra”, dándoles un plazo para regularizar su situación o para presentar alegaciones. La publicación de la relación de grandes morosos es un mecanismo de transparencia creado en 2015, siendo ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, con la intención de contribuir a la lucha contra los impagos y la evasión al Fisco.