Las empresas asturianas comienzan a tener un apetito voraz por digitalizarse. En los últimos meses, más de un millar de pequeñas y medianas compañías (pymes) de la región (1.167 para ser más concisos) han pedido asesoramiento a alguna de las tres oficinas de transformación digital que el Ministerio de Asuntos Económicos tiene desplegadas en Asturias: una dirigida por la Cámara de Comercio de Oviedo, otra por la Fundación CTIC y una última del Colegio de Ingenieros Industriales de Asturias. La llegada de los fondos europeos –que prometen una lluvia de millones para hacer el camino de esta digitalización más llevadero– están provocando que el interés se multiplique.
Cuando llaman a la puerta de estas oficinas, la petición de estas compañías suele ser siempre la misma: necesitan vender más y quieren usar las herramientas digitales para conseguirlo. “Ese suele ser el punto de acceso, quieren ganar visibilidad”, señala el director general de la Fundación CTIC, Pablo Coca. Suelen pedir ayuda, así de primeras, para tener una página web mucho más atractiva o para crear una tienda virtual a través de la cual atraer nuevos clientes. Lo que sea por destacar en la selva de la red en las que tienen que competir contra el mundo.
Esa es la puerta de entrada. Una vez dentro, a la mayoría de las pymes les pica el gusanillo de la digitalización, coinciden los responsables de estas oficinas. “Son muy pocas las empresas que luego no tienen la inquietud por digitalizar sus procesos”, asegura Coca. Haciendo balance, el CTIC señala que el 43,4% de las compañías asturianas que buscan digitalizarse tienen menos de diez empleados. También hay un importante número de autónomos que intenta dar el salto digital: suponen el 27,6% de las consultas que están atendiendo. Oviedo y Gijón, lógicamente, son los municipios en los que están situados la mayoría de estas compañías. También hay bastante interés entre las de Langreo, Llanes, Tineo, Cangas de Onís y Valdés.
“Los temas principales de consulta son el marketing, la presencia online y el comercio electrónico”, coincide Javier Fernández Santiago, responsable de esta oficina en la Cámara de Comercio de Oviedo. “Es lógico que sea así porque, con la que está cayendo, lo primero que buscan es aumentar sus ventas”, añade. Pero hay mucho más. El interés suele crecer explorando otro tipo de tecnologías mucho más novedosas, como la realidad virtual, la inteligencia artificial o la digitalización integral de los procesos productivos.
Las pymes del comercio, las más interesadas en dar el acelerón digital
También hay coincidencia sobre cuáles son los sectores más inquietos por esta digitalización y que no quieren por nada del mundo quedarse descolgados. El comercio es el que concentra la mayor parte de las consultas. También con el objetivo de incrementar sus ventas. “Por ejemplo, hay casos llamativos como el de comercios de Ribadesella que buscan digitalizarse para desestacionalizar su actividad, que está muy ligada al verano y al turismo”, apunta Fernández Santiago.
El Colegio de Ingenieros Industriales –uno de los veteranos en el asesoramiento a las pymes– señala que también la hostelería y el turismo están muy interesados en dar el salto hacia la digitalización de su actividad. “Esto no va solo de adoptar una determinada tecnología; el cambio en la organización tiene que ser global”, señala Carlos García Moreno, responsable de la oficina.
Otro punto de coincidencia en el análisis es que, desde que se comenzó a anunciar que los fondos europeos iban a primar a aquellas compañías que se digitalizaran, el interés de las compañías asturianas se ha disparado. “Hay muchísimo interés porque van a ser unas ayudas que no tienen precedentes”, apunta Fernández Santiago. Pablo Coca también reconoce que las futuras subvenciones “han tenido un efecto llamada”.
