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Danone mantiene contactos con los dos grupos interesados en la planta de Salas

El comité pide que una consultora participe en la búsqueda de inversores para una fábrica que la multinacional ya quiso vender en los años noventa

Concentración anteayer en apoyo a la continuidad de la fábrica de Danone en Salas. | Sara Arias

La dirección de Danone en España y los dos grupos inversores interesados hasta ahora en la posible adquisición de la factoría de Salas –de la que la multinacional pretende retirarse antes de fin de año– mantienen contactos y negociaciones preliminares desde hace días.

Una de las dos empresas que han hecho manifestación de interés para una eventual compra de la factoría asturiana –lo que evitaría su cierre– es la compañía láctea portuguesa Prolacto Lacticinios de San Miguel, con sede en San Miguel (Azores) y especialista en la elaboración de ingredientes y bases lácteas para la industria alimentaria. El otro grupo inversor, cuya identidad no ha trascendido, no es lácteo.

Las conversaciones de Danone con ambas compañías están en un estadio inicial y se desarrollan en un ámbito discreto. Con estas negociaciones, la multinacional alimentaria empieza a ejecutar el compromiso que asumió para participar de modo activo en la búsqueda de empresas solventes que puedan dar continuidad a la actividad fabril en la planta de Salas.

El comité de la fábrica, que ha antepuesto como prioridad la venta de la factoría para garantizar su pervivencia, ha anunciado que reclamará a Danone la contratación de una empresa consultora externa que participe en la búsqueda de posibles compradores y que vele porque no se regateen esfuerzos en encontrar inversores.

Danone ya ha contratado a una consultora, LHH, especializada en recursos humanos, para la recualificación, formación y recolocación del personal de la planta. Danone garantizó a la plantilla un programa de reinserción en el mercado laboral, que tendrá carácter indefinido: se prolongará hasta que todo su personal de Salas haya encontrado un nuevo empleo. Pero el Principado, fuerzas políticas regionales, el Ayuntamiento y los trabajadores anteponen que se preserve la actividad industrial y el mantenimiento de la fábrica. Las administraciones públicas están coordinándose desde el primer momento con el objetivo de evitar la desindustrialización de Salas.

La factoría asturiana ha estado cuestionada en varios periodos. En los años 90, un decenio después de su inauguración en 1981, la multinacional, con sede en París, ya se replanteó su continuidad e indicó a la filial española que se desprendiera de la factoría. Entonces la filial española aún contaba con la participación en su capital de las familias Carasso (la fundadora), Portabella, Botton y Fuster. El entonces presidente de Danone España, el valenciano Ricardo Fuster (lo fue entre 1984 y 1999), había sido el gran defensor e impulsor de la fábrica de Salas y entre 1979 y 1981 viajó con frecuencia a la villa salense para supervisar las obras de construcción. Por su implicación con la fábrica, la avenida en la que se sitúa la factoría lleva hoy su nombre por decisión municipal.

Fuster llegó a ofrecer la fábrica al menos a un grupo lácteo asturiano relevante para evitar el cierre pero la operación no prosperó y la matriz de la multinacional redujo la presión, por lo que la planta siguió activa. Luego, en 2017, se produjeron las conversaciones para la venta de la factoría a Dhul, fabricante de flanes, yogures y postres, que tampoco fructificó porque los costes de estructura y salariales no encajaban en su modelo de negocio, según versión sindical.

Ahora, y tras la presión ejercida sobre la multinacional por varios fondos activistas presentes en su capital en demanda de cambios en la gestión y mejora de las ratios de rentabilidad (lo que supuso el cambio del presidente y consejero delegado), el centro productivo de Salas, el menor de Danone en Europa, ha vuelto a reconsiderarse.

El PP reclama al Principado un plan de viabilidad para la factoría

La presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, propuso ayer al Principado la redacción de un plan de viabilidad para la fábrica de Danone en Salas y la elaboración de un plan de promoción de la fábrica. En una carta dirigida al presidente asturiano, el socialista Adrián Barbón, Mallada plantea ambos propuestas, junto con el correspondiente estudio de mercado, “para estar en condiciones de ofrecer con la suficiente solvencia la fábrica a posibles compradores”. El plan de promoción de la fábrica se plantearía, según el PP, una vez conocidas las líneas de producción de mayor interés para el mercado, y mediante una ronda con posibles inversores. Para el PP es “imprescindible” que estas medidas se tomen en paralelo a una negociación con la máxima dirección de Danone para que, “en caso de no querer continuar con la producción en la planta, se involucre en la solución y permita su disposición de traspaso a otra empresa interesada”. El PP cree “vital trasladar a la dirección de Danone el apoyo y el respaldo de toda la sociedad asturiana representada por su presidente, por el alcalde del municipio y por el parlamento asturiano a la continuidad de la actividad de la planta de Salas”. El PP ofrece que “todos rememos a favor, siendo copartícipes en la negociación y por tanto, corresponsables de los acuerdos que se alcancen”.

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