El principal reto de Asturias está claro: generar actividad y empleo para fijar población y revertir el "invierno demográfico". Hay una provincia en España que ha abierto el camino que, pese a partir de una situación diferente, ha marcado una senda de éxito para convertirse en la nueva ciudad favorita para las multinacionales. Málaga se ha convertido en uno de los "polos" más dinámicos del país. Los datos avalan a los andaluces.
En cuestión demográfica, Málaga es el reverso de Asturias. Este 2022 ha sido, por segundo año consecutivo, la provincia que más población gana en España. Si el conjunto del país sumó 50.490 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuatro de cada diez lo hicieron en esta provincia andaluza. Si hay un discurso que comparten los empresarios y al que se quiere sumar el Gobierno asturiano es una premisa sencilla, para atraer población hay que crear empleo. Tanto la presidenta de FADE, María Calvo, como el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, lo han repetido como un mantra durante los últimos años.
Pero, como casi todo, la voluntad necesita de un impulso político. Juan Cofiño, vicepresidente del Principado, lleva toda la legislatura peleando por un objetivo: simplificar los trámites burocráticos para facilitar la implantación empresarial. La idea es la siguiente, dar facilidades a las empresas para aterrizar en la región. Lo mismo que se hizo en su día con Amazon, pero en una suerte de café para todos. Encontrarles suelo, ofrecer interlocución directa y evitar que sus papeles caigan en el olvido o, lo que es lo mismo, en el cajón del servicio de licencias de alguna entidad local. La celeridad administrativa y las facilidades urbanísticas son algo que, desde hace siete años, se lleva a rajatabla en la capital malagueña.
En la ciudad andaluza empezaron a trabajar en un instrumento de captación de inversión foránea, en septiembre de 2015, con un objetivo claro, facilitar el aterrizaje de nuevas enseñas. Desde entonces, tras la apuesta de su gobierno, fueron aterrizando en la provincia empresas como Ciklum, Neueda, ITRS, BestSeller, Oracle, EPAM System o LiquidBar Codes. Su alcalde, el popular Francisco de la Torre, que gobierna desde 2000, sitúa sin embargo el germen de lo que llaman "Málaga Valley" en la década de los años 90. Parte de los ingredientes del éxito, aduce, están adheridos a la ciudad: "Málaga tiene atractivos naturales claros, como su buen clima, paisajes bonitos, hermosísima luz y una buena oferta cultural". La otra pata del éxito es la colaboración institucional, académica y empresarial.
Solo en lo que va de este 2022 se han implantado o han anunciado que amplían su actividad en la capital malagueña 16 nuevas empresas internacionales que prevén la creación de 1.135 puestos de trabajo. Entre ellas destacan gigantes mundiales como CapGemini –con un centro especializado en ciberdefensa–, EY (antigua Ernst & Young), o Citigroup con un centro de operaciones de jóvenes analistas financieros para atender el mercado europeo. En 2019, el Ayuntamiento de Málaga cifraba en 60 multinacionales las captadas durante los tres años anteriores. Otros gigantes que han abierto en Málaga son Google –con su centro de excelencia de ciberseguridad–, Vodafone –con su centro europeo de excelencia I+D+I –, BBVA, Deloitte o NTT Data (antigua Everys). La voluntad tiene que ir acompañada de trabajo. Este año la Oficina del Inversor del Ayuntamiento de Málaga ha organizado 25 eventos empresariales presenciales o virtuales y recibió a 13 delegaciones internacionales con 110 personas. También ayuda, desde la pandemia, el fomento del teletrabajo. Para eso se creó el portal MálagaWorkbay, una web con información útil para todo aquel que quiera trabajar en Málaga y venga de fuera. Según explican desde el Ayuntamiento, desde que se lanzó hasta marzo de 2022, la página web recibió 62.419 visitas correspondientes a 20.096 usuarios diferentes.
Las diferencias comparativas de Málaga y Asturias, respecto a su punto de partida son varias. El clima y el atractivo que conlleva una ciudad conocida fuera de las fronteras del país –su imagen de sol y playa y vinculación al turismo– son las más obvias. Pero, más importante para convencer a las empresas de aterrizar en una y otra provincia, están las conexiones. Málaga cuenta con un AVE competitivo a Madrid. Las cinco horas por carretera entre la ciudad andaluza y la capital se convierten en menos de tres si se hacen en tren. Una de las asignaturas pendientes de Asturias que se quiere revertir en 2023. El aeropuerto de Málaga también goza de una conectividad internacional envidiable.
Hay otro trabajo de base. Durante años, desde las administraciones malagueñas se trabajó en una oferta cultural –especialmente en materia de museos– que consiguió ponerla en el mapa. La apuesta de los andaluces logró una ciudad dinámica. Los directivos de las multinacionales, ahora, saben que Málaga está de moda. La receta es sencilla: apoyo a la actividad privada, conectividad y construir una imagen de región atractiva.
