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Francisco Javier Cobos Director de desarrollo de negocio de Imatech

"La Pereda es el gran proyecto de biomasa que hacía falta en el centro de Asturias"

"Nuestra tecnología de ciclo higroscópico aporta una gran eficiencia y flexibilidad operativa a las plantas de bioenergía"

Francisco Javier Cobos, el pasado martes, en Oviedo. Irma Collín

Francisco Javier Cobos (Mieres, 1971) es director de negocio de Imasa Technologies (Imatech), filial de la ingeniería asturiana Imasa, que ha asesorado a Hunosa en la subasta de energías renovables que se adjudicó el pasado 25 de octubre y que permitirá transformar la central térmica de carbón de La Pereda, en Mieres, en una planta de biomasa de 50 megavatios de potencia.

–¿Cómo ha evolucionado el sector de biomasa en Asturias?

–En 2016, Hunosa no pudo ganar la primera subasta de renovables y frenó un poco el desarrollo del sector, pero en los últimos años ha trabajado muy duro en ese asunto, lo cual se ha reflejado con esta concesión. Durante estos años ha liderado iniciativas como el Polo de la Biomasa. Además, la Universidad de Oviedo cuenta con una Escuela de Ingenieros Forestales. También ayuda a empresas como la nuestra que están desarrollando tecnología aplicable a este tipo de plantas. Todo ello puede contribuir a un fuerte desarrollo de esta actividad, y de ahí el interés que ha tenido este proyecto por parte de sindicatos, empresas y otras entidades que lo han apoyado desde el principio.

–¿Qué aporta la tecnología de ciclo higroscópico de Imasa a los proyectos de biomasa?

Nuestra tecnología está aportando a nuestros clientes una independencia del uso de agua, una gran eficiencia y una gran flexibilidad operativa que en las plantas de biomasa es muy importante debido a la diversidad del poder calorífico del combustible que maneja. Todo ello se traduce en una mayor producción eléctrica.

–Hasta la adjudicación de La Pereda, en Asturias sólo había biomasa en la planta de cogeneración de Ence en Navia.

–Sí, pero está muy centrada en el Occidente asturiano y hacía falta un gran proyecto en la parte central, que es lo que ahora Hunosa puede capitalizar. Por lo tanto, ahora se puede desarrollar una industria forestal en torno a esos dos núcleos y las infraestructuras portuarias.

–Hasta la fecha, Asturias ha tenido que importar biomasa.

–Sí, por ello se debe impulsar un desarrollo legislativo y de gestión forestal que acompañen a los proyectos industriales. Este es uno de los motivos por el que se constituyó hace un año el Polo de la Biomasa, un gran acierto que debe tener un fuerte protagonismo, como sucede en otras comunidades con entidades similares.

–¿Qué tipo de bosque es el más apropiado para la biomasa?

–Apuntan al abedul, el pino, el chopo… Pero para eso tenemos la suerte de contar con una Escuela de Ingenieros Forestales, que son los que, junto a la Consejería de Medio Ambiente, deben en mi opinión liderar este diseño del bosque asturiano. Lo que sí debemos tener claro es que la mayor parte del "mix" debe ser de limpieza forestal y de madera certificada y sostenible, como marca la directiva "Red II" europea .

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