¿Por qué se desplomó el Silicon Valley Bank y por qué su derrumbe disparó el miedo y arrastró a las Bolsas?

La entidad estadounidense fue suspendida de cotización e intervenida el viernes

La Bolsa

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Las dificultades del banco californiano Silicon Valley Bank (SVB), que en la noche del jueves se derrumbó el 60% en Bolsa, y que el viernes fue suspendido de cotización e intervenido tras apuntar a un hundimiento similar en los tanteos previos a la apertura del mercado, propagaron el miedo en las Bolsas mundiales, que se tiñeron de rojo de modo generalizado por el riesgo de contagio al resto del sector financiero. 

La crisis del SVB tiene su causa en una fuga de depósitos motivada paradójicamente por la subida de tipos de interés, que tradicionalmente se interpreta como favorable para el sector financiero mientras no dispare su morosidad y los fallidos crediticios. 

Aunque la casuística del SVP es muy específica por el perfil de su negocio bancario, el derrumbe del banco con sede en Santa Clara alarmó a los inversores en los mercados globales por el temor a que el ciclo de subidas de las tasas de interés –que aún no ha concluido– pueda deparar más sorpresas en el futuro inmediato. Ello llevó a la venta generalizada de acciones del sector bancario, lo que arrastró a los índices generales y sembró el desánimo y la retirada del dinero en los parqués.

El SVB está especializado en la financiación de empresas tecnológicas nacientes y en su fase inicial de lanzamiento, y el sector tecnológico –que suele estar muy apalancado por sus planes de expansión– es de los que más sufren –como en general los valores y sectores considerados de crecimiento– con el alza de las tasas, como se ha visto en los últimos meses con los planes de despidos masivos anunciados por las grandes multinacionales del sector a causa del aumento de sus costes financieros y de la merma simultánea de las optimistas expectativas de negocio que habían concebido durante el periodo excepcional de los confinamientos de 2020,que había disparado la demanda de consumo en el hogar, el teletrabajo y la utilización de servicios digitales.

El riesgo de la subida de tipos para las empresas que financia SVB motivó una importante fuga de depósitos del banco por un principio de precaución y de pérdida de confianza en su cartera crediticia. Este movimiento se vio alimentado a su vez por la salida de ahorro de las cuentas bancarias en busca de la mayor rentabilidad que ofrece la deuda y el resto de la renta fija desde que comenzaron las agresivas subidas de los tipos de interés por las autoridades monetarias, y esto se agravó en el caso del SVB porque sus depositantes son mayoritariamente empresas, con menor fidelidad que los ahorradores minoristas individuales.

La fuga de depósitos generó al banco graves problemas de liquidez, lo que llevó a la entidad a vender precipitadamente bonos que atesoraba en su cartera para reequilibrar su balance. La venta de activos por valor de 21.000 millones de dólares le hizo incurrir en pérdidas de 1.500 millones. Esta minusvalía obedece a que los títulos de renta fija habían sido adquiridos en muchos casos antes de la actual subida de tipos y, en consecuencia, a mayor precio que el vigente ahora para esos activos en el mercado secundario (entre particulares), dado que la cotización y la rentabilidad tienen una correlación inversa: el precio cae cuando sube el interés. Para cubrir la pérdida de 1.500 millones causada por la venta de los bonos el banco anunció el jueves una ampliación de capital por 2.250 millones. Todo ello disparó aún más los recelos y que gran parte de sus accionistas optaran por desinvertir y pusieran a la venta sus títulos, lo que precipitó que el valor del banco se desplomara el 60% en Bolsa.

El hundimiento de la cotización propagó el miedo por los parqués mundiales, con caídas generalizadas, especialmente de los valores financieros ante el riesgo de que otros bancos puedan afrontar dificultades si se sigue extremando el endurecimiento de la política monetaria. El selectivo español Ibex 35 (muy expuesto a la banca) cayó el 1,74%. El Banco Sabadell perdió el 5,11%; Bankinter, el 4,22; Santander, el 4,21; BBVA, el 3,41; Unicaja, el 2,53; y CaixaBank, el 1,8%. En otras plazas europeas, Londres retrocedió 1,67%, Milán, el 1,55; Fráncfort, el 1,3; y París, el 1,3 %. Asia también cerró en negativo, con descensos del 3,04% en Shanghai y del 1,67% en Tokio. Los principales índices de Nueva York también retrocedieron: el Dow Jones cedió el 0,42; el S&P 500, el 0,70% y el Nasdaq, el 0,87%. El oro rentabilizó su condición de valor refugio y subió el 1,9%.

Los organismos reguladores de EE UU tomaron posesión del SVB tras intervenirlo en la tarde del viernes y cerraron sus oficinas por falta de liquidez e insolvencia, y para proteger los depósitos asegurados. La gestión del banco la ha asumido el Fondo de Garantía de Depósitos del país. Se prevé que la entidad, ya bajo control público, pueda reabrir al público el lunes,

Un día antes de que se produjera el hundimiento del SVB había colapsado otro banco de EE UU, el Silverlake Capital Corporation, pero no tuvo el mismo efecto dramático en los mercados porque su crisis está vinculada a su inversión en criptodivisas y se considera un desastre más acotado. El caso de SVB es más inquietante: la subida de tipos es generalizada en el planeta y aún no ha alcanzado el objetivo de doblegar la inflación. 

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