La reforma de las pensiones arregla parte del problema, según laboralistas

La nueva fase de la reforma del sistema público de pensiones que promueve el Gobierno "contribuirá a mejorar la viabilidad del sistema" pero "una de las soluciones pasa por reducir el paro" y aumentar el empleo, afirmó ayer el presidente del Colegio de Graduados Sociales de Asturias, Marcos Martínez Álvarez.

El Gobierno y los sindicatos podrían alcanzar el acuerdo en la reunión prevista para hoy tras haber alcanzado un clima de gran entendimiento el viernes a expensas de algunos detalles pendientes de perfilar. No se espera que haya pacto con la patronal CEOE, que ya avanzó su rechazo porque la solución propuesta aumenta las cotizaciones sociales (sobre todo, en los niveles altos de remuneración) y, en consecuencia, los costes de las empresas.

La propuesta fue consensuada previamente entre las dos formaciones políticas que integran el Gobierno de coalición y, según el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, las medidas planteadas han recibido la aceptación previa por parte de la Comisión Europea.

Marcos Martínez, que preside el colegio asturiano de expertos laboralistas, indicó que la reforma "soluciona parte del problema" con "el hecho de gravar más a empresas y trabajadores a través del MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional)" y la cuota de solidaridad, pero sostuvo que sería "una solución más fiable" crear más empleo para contar con "más cotizantes, más consumidores y más personas a contribuir con impuestos". "No se puede basar la sostenibilidad del sistema de pensiones solo en gravar más a empresas y trabajadores, mientras seguimos teniendo un sistema de empleo sin capacidad de colocar a las personas desempleadas y con una tasa de paro tan alta".

Por ello plantea que "no se puede reformar el sistema de pensiones solo mirando el sistema en sí". "Debe de haber una serie de reformas en la formación y el mercado laboral para llegar a tener un sistema de pensiones suficiente" ante la próxima "masiva jubilación de los nacidos en el llamado ‘Baby Boom’".

En su opinión, "lo mejor de la reforma es que sirve para hacer el sistema más contributivo, solidario y sostenible", aunque lo hace a base de un mayor esfuerzo de empresas y trabajadores".

"Lo peor", agregó, " es que se siguen haciendo reformas basadas en la última etapa de la vida de un trabajador, sin realizar una estrategia sobre sus dos etapas previas: la formación y el trabajo, que son las más importantes" para mantener el sistema, opinó.

El Gobierno, dijo, "debe marcar una estrategia formativa a largo plazo para encajar la formación en función de las necesidades de las empresas y bajar la tasa de paro". Y "se debe redistribuir lo que se recauda en unas pensiones más justas entre la pensión mínima y la máxima", agregó.

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