Ferreira: "A la calidad y coste de vida en Asturias debe sumarse competitividad fiscal"

El vicepresidente de la Cámara de Oviedo urge acciones para atraer actividad y talento | Adaptación y luz larga, la receta de los grupos Roces y De la Uz

La Asturias que Funciona aborda el compromiso de las empresas de la mano de la Cámara de Comercio de Oviedo

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

Pablo Castaño

Pablo Castaño

José Manuel Ferreira, empresario y vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, destacó ayer la necesidad de "exprimir" la calidad y el coste de vida en Asturias para retener y atraer fuerza laboral cualificada, "principal ingrediente para el dinamismo económico y superar, así, el reto demográfico". No obstante, añadió que otros territorios también están compitiendo en materia fiscal y destacó que ese "sería un buen tercer argumento competitivo para sumar, que debería valorarse más con criterio de inteligencia fiscal que de ideología fiscal", apuntó Ferreira para entrar de lleno en el candente debate sobre la tributación, reavivado en las últimas semanas por las manifestaciones públicas del consejero de Hacienda defendiendo el modelo fiscal del Gobierno del Principado. "Con la competencia fiscal entre regiones no es lo mismo ser empresario en Asturias que en Madrid" señaló Eva Roces, consejera delegada del grupo empresarial de combustibles y metales Roces.

José Manuel Ferreira, Eva Roces y Carmen de la Uz, directora general del Grupo de la Uz, participaron ayer en la segunda sesión de las décimas jornadas "La Asturias que funciona", que organizan LA NUEVA ESPAÑA y la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo con el patrocinio de Unicaja Banco, Asturex, FADE, Femetal, Cámara de Comercio de Oviedo y Colegio de Economistas de Asturias. Esta segunda sesión, que volvió a llenar el salón de grados de la Facultad de Economía y Empresa, llevaba por título "Cámara de Comercio: somos empresa, proponemos y hacemos" y fue moderada por Ana Rodríguez Álvarez, directora del departamento de Economía de la Universidad de Oviedo, que en su introducción destacó el papel de las cámaras de comercio en la representación, promoción y defensa de los intereses generales de las empresas asturianas.

Propuesta y no protesta

Los tres empresarios que participaron en el coloquio son miembros del comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Oviedo, corporación con 134 años de historia al que pertenecen más de 45.000 empresas de 69 de los 78 municipios de Asturias. "El carácter de las cámaras, entre lo público y lo privado, las convierte en paradigma de la colaboración público-privada", apuntó Ferreira, que destacó que en el caso de la Cámara de Oviedo uno de sus lemas es que priman "las propuestas frente a las protestas" para mejorar la economía asturiana. Y entre las más importantes propuestas –algunas ya materializadas– destacó la puesta en marcha de oficinas de atracción de inversiones, la generación de nuevos espacios para el asentamiento de empresas como la fábrica de La Vega en Oviedo, la agilización de las licencias urbanísticas, la generación de acciones para atajar los problemas de despoblación ("con el Suroccidente como una de nuestras obsesiones", señaló), el desarrollo de nuevas leyes reformistas que apoyen la puesta en marcha de proyectos empresariales (ley de calidad ambiental, ley de proyectos estratégicos...) y la colaboración con la investigación y la ciencia. "Asturias, nuestro gran proyecto común, requiere un propósito de unidad, compromiso y colaboración frente al futuro", afirmó Ferreira durante su intervención.

El vicepresidente de la Cámara de Oviedo señaló que las empresas deben asumir su compromiso. "Debemos convertirnos en agentes del cambio, nos concierne un papel protagonista, imprescindible para fortalecer el tejido económico, garantía del deseado estado de bienestar", afirmó Ferreira, que añadió que "ese empezar por nosotros, predicando con el ejemplo, no puede ser óbice para exigir la ineludible reforma de las administraciones públicas que tienen la obligación política de estar a la altura de los retos, de ser eficientes y de contribuir, en su medida, al buen funcionamiento de la actividad económica".

Para favorecer el cambio en esta década. Ferreira reivindicó un modelo político basado en la determinación. "La política es verbo, pero, sobre todo, es acción", señaló. Además destacó la necesidad de "exprimir dos potenciales recursos: la calidad de la vida y el coste de la vida, para retener, recuperar y atraer talento y fuerza laboral cualificada, principales ingredientes para el dinamismo económico y empresarial y superar, así, el reto demográfico". Fue en ese punto cuando destacó que otros territorios están compitiendo también en materia de normas fiscales y apuntó que "sería un buen tercer argumento competitivo para sumar, que debería valorarse más con criterio de inteligencia fiscal que de ideología fiscal".

El vicrepresidente de la Cámara resaltó que hay tres dinámicas, "tres ismos", que urge revocar. En primer lugar "los burocratismos, que enjaulan la creatividad, hacen ineficientes las administraciones públicas y frenan la economía productiva". En segundo lugar "los localismos que no entienden el nuevo orden, impidiendo la innovación territorial y el desarrollo metropolitano y nos dificultan superar el concepto político de diputación (suma de municipios) en favor de un verdadero proyecto de escala regional. Y en tercer lugar "los inmovilismos, representados por los resistentes al cambio, que impiden la natural evolución y que, cuando se les aprieta, sólo piensan en cómo hacer gatopardismo, aquello de cambiar todo para que nada cambie".

Huevos en varias cestas

Tanto Eva Roces como Carmen de la Uz asentían cuando escuchaban a José Manuel Ferreira. Ellas centraron su intervención en explicar la trayectoria de las empresas familiares que dirigen, sus adaptaciones al cambio y sus retos.

Eva Roces forma parte de la segunda generación al frente del Grupo Roces, formado por cinco empresas de los sectores de la producción y distribución de combustibles y metales. "El origen del grupo está en la iniciativa y visión de mi padre, que con un camión comenzó a transportar carbón", señaló Eva Roces, que apuntó que en 1974 su padre, junto con su hermano, fundaron Hierros y Carbones. En 2002 compraron la coquería de Industrias Doy-Manuel Morante en Trubia, empresa que había sido fundada por Eudosia León, "Doy", para incrementar el valor añadió del carbón que se extraía en las minas de su familia. "Ella fundó la empresa en 1948, en una época en la que las mujeres no podían ni abrir una cuenta corriente sin que figurara con ellas el marido, y por eso al nombre de Doy se añadió el de su marido, Manuel Morante, que era ginecólogo y no tenía ninguna responsabilidad en la empresa", contó como anécdota Eva Roces.

A la compra de Industrias Doy-Manuel Morante se sumó en 2006 la adquisición de una fábrica laminadora de railes ligeros que se utilizan en centros logísticos, minas fábricas... "En 2002 las cinco empresas que forman el Grupo Roces facturaron más de 98 millones de euros y obtuvieron una beneficio de más de 6,3 millones de euros", resaltó Eva Roces, que añadió que el 64% de las ventas son fuera de España, en cuatro continentes. "Hay empresas del grupo cuyas ventas en el exterior superan el 70%, eso nos ha ayudado a sacar las castañas del fuego cuando había dificultades en España al no tener todos los huevos en la misma cesta", explicó la consejera delegada del Grupo Roces, que destacó que el crecimiento se sustenta en la visión de su padre, la profesionalidad y compromiso de las personas que trabajan en las empresas, el apoyo de los proveedores financieros, la búsqueda constante de nuevos clientes y mercados, el control de los riesgos comerciales y la inversión de los beneficios en la mejora de las instalaciones. "En los dos últimos años invertimos 13,2 millones en proyectos de aprovechamiento energético y de reducción de emisiones en Trubia", afirmó Eva Roces.

La diferenciación

Carmen de la Uz también pertenece a la segunda generación al frente de un grupo empresarial, en este caso el de las perfumerías De la Uz, con 30 establecimientos en Asturias que surgieron a partir de un pequeño establecimiento de barrio en la calle Valentín Masip de Oviedo fundado en 1969. "Pasados 18 años, se abrió la segunda perfumería en la calle Fruela. Supuso dar el salto al centro de la ciudad y ganar mucha visibilidad a ojos de la gente de Oviedo y de la que acudía al mercado de El Fontán", explicó la directora general del Grupo de la Uz. Diez años después llegaría una tercera tienda en Melquiades Álvarez y luego la adquisición de los locales de las cadenas de perfumerías asturianas Brumas y Kombi. Hoy el grupo da empleo a 150 personas. "Mis padres fueron unos visionarios", señaló Carmen de la Uz, que destacó la importancia y necesidad "de trabajar todos los días, tener siempre puestas las luces largas y buscar siempre la diferenciación".

El acto de hoy; el metal, un sector para el emprendimiento

La tercera sesión de las X Jornadas de "La Asturias que funciona" organizadas por LA NUEVA ESPAÑA y la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo se celebra hoy a las 18.30 horas en el salón del grados de la Facultad de Economía. La sesión lleva por título "Metal Asturias: un sector para el emprendimiento" y en ella intervienen Antonio Fernández-Escandón presidente de la compañía Zitrón y de la Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias (Femetal); Victoria Villegas socia directora de Fundyser y Fernando Sáez consejero delegado de Atox Sistemas de Almacenaje. Moderará la mesa María del Mar Arenas directora del departamento de Economía Cuantitativa de la Universidad de Oviedo.

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