La falta de Gobierno y los retrasos posponen obras de 200 millones del Corredor Atlántico

En las grandes infraestructuras públicas rara vez algo marcha como estaba previsto. Pero cuando a las dificultades técnicas se suma la parálisis institucional, el calendario no puede hacer más que ir dilatándose a lo largo de los meses. Eso es lo que está ocurriendo en las obras para llevar el Corredor Atlántico de mercancías hasta Vigo, donde las previsiones del Administrador de Infraestructuras (Adif) apuntaban a la licitación y comienzo de actuaciones por 200 millones de euros en el segundo semestre de 2023. Sin embargo, los retrasos en la finalización del tramo anterior y el frenazo inversor a la espera de la formación de Gobierno han dejado estos planes en suspense.

Esta semana Renfe anunciaba que prolongará hasta el mes de abril el Plan Alternativo de Transporte entre Ourense y Monforte de Lemos, donde la línea permanece cortada desde hace once meses para su renovación integral y adaptación a la Alta Velocidad y los requisitos de este corredor incorporado a la de la Red Transeuropea de Transportes.

El pasado 28 de julio Adif ya retrasó su apertura –prevista para ese verano– para “ampliar los gálibos en túneles y pasos superiores”, aunque la complejidad de la orografía ha vuelto a aplazar el plan de trabajo para estos 46 kilómetros. De esta manera, los viajeros de los Alvia que conectan Vigo y Barcelona y el Media Distancia entre la estación de Guixar y Ponferrada (RE 12608) deberán seguir sufriendo un doble transbordo en ambas ciudades, combinando tren, autocar y tren en poco más de una hora.

Con una inversión superior a 24,3 millones de euros, la adecuación de la infraestructura –vía, electrificación y señalizaciones incluidas– da continuidad a los realizados entre Monforte y Lugo que permitirán llevar la Alta Velocidad a la ciudad de las murallas con mejoras en la línea convencional.

Es por ello que hasta que se ponga en servicio este tramo el Adif no continuará “deshaciendo el nudo” que es la decimonónica línea del Miño (la 810 en su red) hasta Vigo. Según la Declaración de Red del gestor, durante este año se debían haber acometido obras entre As Neves y Redondela y entre Porriño y Guillarei con el consiguiente corte de la línea.

También la renovación integral de la infraestructura desde la estación de Vigo, Redondela y Arcade (con el único tramo sin electrificar entre Vigo y Pontevedra) estaban previstos para el arranque de 2024, por lo que sufrirán cambios en la planificación.

Frenazo en las licitaciones

Después de meses de una actividad elevada, las mesas de contratación de los distintos organismos públicos sufren ahora una resaca electoral y presupuestaria. Si en los primeros nueve meses del año el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) elevó un 48% sus licitaciones en vísperas de las elecciones municipales, autonómicas y generales, el departamento de Raquel Sánchez Jiménez y varios organismos adscritos al mismo han dado un frenazo en estos procesos ante la falta de gobierno o de claridad en el futuro político.

El pasado abril el Diario Oficial de la Unión Europea avanzaba cinco contratos por 100 millones de euros dentro de la planificación del Corredor Atlántico y en los que Vigo se vería beneficiado; siendo la fecha máxima el 30 de junio. A día de hoy, ninguno de ellos ha sido adjudicado o siquiera licitado.

El más importante estaba dedicado a los 94,5 kilómetros entre Ourense y Guillarei, donde se destinarían 40 millones de euros a la “adecuación de la longitud útil de estacionamiento a 750 metros” y los nuevos sistemas de seguridad acordes a una explotación que podría tener una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora.

Esta situación se repite también en los otros tres contratos que el DOUE fijaba con el 31 de diciembre como fecha límite de publicación. El más importante es el relativo a la renovación integral de la infraestructura y vía entre la estación de Guillarei y la de Redondela, invirtiendo 30.721.918,62 euros.

El contrato para estos 26 kilómetros que atraviesan Mos y Porriño tiene una duración de 23 meses e incorporará un pequeño by-pass en la villa de los viaductos para evitar que los trenes procedentes del norte tengan que invertir la marcha. Para darle continuidad hasta el Puerto de Vigo y la estación de Guixar se lanza un contrato similar, aunque en este caso es de 25,393 millones de euros para diez kilómetros y una duración de quince meses.

Esta parálisis en la inversión también se ha dado en el Consorcio de Zona Franca de Vigo –en funcionamiento interino desde la dimisión del ahora diputado David Regades– o la Autoridad Portuaria de Vigo hasta la llegada a su presidencia de Carlos Botana.

En el lado contrario se encuentra la Salida Sur ferroviaria de Vigo, cuyo estudio informativo se adjudicó en mayo con un plazo de ejecución de 18 meses.

Los 68.000 bonos de Renfe en Galicia, a la espera de los PGE

Según los datos facilitados por Renfe este lunes, la operadora pública ha expedido 68.455 abonos gratuitos para Media Distancia, Cercanías Ancho Métrico y bonos Avant bonificados al 50%, para viajar desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre de 2023 en Galicia.

Estos títulos de viaje mantienen de esta forma su número de usuarios medio de los trimestres anteriores aún a la espera de conocer su futuro durante el próximo año. El acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar apunta a que se seguirá fomentando el uso del transporte público y el ferrocarril en particular, pero tanto usuarios como expertos apuestan por introducir cambios en el sistema actual.

En cualquier caso, una simple prórroga de los Presupuestos Generales del Estado vigentes permitiría extenderlos en 2024.

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