Azuaga deja la presidencia de Unicaja tras dar por "culminada la fusión con Liberbank"

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, presentó este viernes la renuncia a su cargo de presidente y consejero de la entidad. Azuaga se va después de haber cedido el poder ejecutivo del banco a Isidro Rubiales –que sustituyó en el cargo de consejero delegado a Manuel Menéndez– y de dar por superada la pugna de poder que se decantó a favor del sector malagueño del banco frente al sector asturiano procedente de Liberbank.

"El señor Azuaga ha señalado que, una vez culminada en todos sus aspectos la fusión con Liberbank, finalizado el periodo transitorio previsto en la misma, así como culminados distintos procesos en el ámbito de la gobernanza de la sociedad con los acuerdos adoptados en la Junta General Extraordinaria celebrada recientemente, es el momento idóneo para su relevo en el cargo y poner fin a su carrera desarrollada en Unicaja Banco desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986", señaló Unicaja Banco en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Azuaga, de 76 años, presentó este viernes su renuncia ante el consejo de administración de Unicaja, que agradeció "su dedicación y servicios prestados a la entidad". La renuncia surtirá efectos una vez obtenida la no objeción supervisora del Banco Central Europeo y cuando se acuerde la designación, como presidente, de quien vaya a sucederle en el cargo. De hecho, después de tomar conocimiento de la renuncia, el consejo de administración acordó activar el plan de sucesión para la selección del candidato a sustituirle. En el proceso se contará con el apoyo de un consultor independiente.

Unicaja Banco ya dejó resuelto el pasado mes de septiembre el cambio de modelo de gobernanza que tenía pendiente y que implicaba la necesaria pérdida de funciones ejecutivas de la figura del presidente, Manuel Azuaga. La medida –incluida en el acuerdo de fusión con Liberbank materializado hace dos años y que responde a los estándares establecidos por Europa para el sector bancario– fue acordada en una reunión del consejo de administración donde también se aprobó la designación de Isidro Rubiales como consejero delegado de la entidad. Azuaga siguió siendo presidente del Consejo de Administración, pero pasó a ser consejero no ejecutivo.

El nombramiento de Rubiales como consejero delegado se produjo después de que el BCE diera su visto bueno. En ese momento, se produjo el cese efectivo del anterior consejero delegado, el asturiano Manuel Menéndez, que en junio había presentado su renuncia al cargo al constatar que el sector malagueño había maniobrado para evitar que tomara él el poder ejecutivo.