Récord de facturación de TSK y notable incremento de su beneficio respecto al año anterior

La ingeniería obtiene 40 millones de financiación de la banca y mantiene su plan de desinversión de activos y la opción de posible salida a Bolsa

Sede corporativa de TSK.

Sede corporativa de TSK. / Archivo

La ingeniería gijonesa TSK logró el año pasado un récord de ventas de 1.250 millones de euros (frente a más de 950 millones en 2022) y un resultado bruto de explotación ("ebitda") o beneficio operativo de 70 millones, 20 millones más que un año antes. La compañía no facilita habitualmente el resultado final bruto y neto de cada ejercicio.

TSK prevé volver a batir este año el nivel de facturación y de actividad habida cuenta de que dispone de una cartera de obra por un monto superior a los 2.000 millones y de que en lo que va de año ha hecho contrataciones por 700 millones, según fuentes de la compañía.

Entre los nuevos contratos figuran, como más destacados, tres adjudicaciones en América y España. Uno de ellos, del que ya informó este diario, es la adjudicación por la energética estadounidense AES de un proyecto solar híbrido de 460 megavatios en Puerto Rico. Este proyecto, denominado Marahu, consta a su vez de dos plantas fotovoltaicas en el sur de Puerto Rico: una con 150 megavatios fotovoltaicos y un sistema de almacenamiento con baterías con capacidad de 400 megavatios, y otra de 110 megavatios fotovoltaicos y un sistema de almacenamiento con baterías con 400 megavatios de capacidad.

También en la región del Caribe, la empresa asturiana fue adjudicataria en febrero de una central de ciclo combinado de 450 megavatios. En este momento, TSK participa en la ejecución de nueve centrales de ciclo combinado y cuatro plantas fotovoltaicas en el área de México, Centroamérica y Caribe con una potencia total acumulada de más de 6.000 megavatios,

A su vez, la empresa que preside Sabino García Vallina y dirige Joaquín García Rico ha logrado un contrato de ingeniería llave en mano para la instalación de un compresor criogénico del tipo "Boil-off-as" en la terminal de gas natural licuado en Mugardos (La Coruña) para la compañía gallega Reganosa. La obra pretende reforzar la seguridad de suministro y la flexibilidad del sistema gasista.

Financiación, Bolsa y rotación

Mientras tanto, la sociedad ha obtenido financiación de varios bancos por un total de 40 millones. Esta operación, que en su día se vinculó a tensiones coyunturales de liquidez, se destinará, según medios de la empresa, a impulsar el crecimiento del grupo gijonés.

En paralelo, la compañía tiene en marcha un plan de posible desinversión en activos energéticos no estratégicos para el negocio. Se trata de plantas en operación en varios países, caso de una planta fotovoltaica en México de 146 megavatios para la que en enero TSK ya había dado un mandato a un banco para explorar su venta. Esta operación la vinculan fuentes de la compañía a la práctica de rotación de activos una vez que esas instalaciones se han tenido en explotación durante unos años.

El plan de la compañía es alcanzar unas ventas de 1.500 millones de euros en 2026, lo que significa multiplicar por tres la cifra de negocio en el plazo de cinco años, aprovechando para ello, explicó la sociedad hace cuatro meses, "la gran ola de inversiones prevista en los sectores sobre los que pivota el plan estratégico de TSK".

La sociedad dijo entonces que para hacer frente a este crecimiento había puesto en marcha un plan de rotación de sus activos energéticos e inmobiliarios, valorados en 260 millones de euros, cifra similar a los niveles de deuda totales del grupo en esa fecha.

Se mantiene a su vez la opción de una eventual salida a Bolsa de TSK, que, de producirse, podría llevarse a cabo a lo largo de 2025. El grupo ya evaluó en 2019 esta opción para su filial Esersa, pero la operación, que se iba a llevar a cabo al año siguiente, se canceló en plena crisis por la pandemia de 2020.