El FMI mejora su pronóstico para la economía española, con un avance del 1,9%

El Fondo propone un ajuste fiscal de más de 9.000 millones anuales hasta 2028

Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). / Manuel Lopez/World Economic Foru / DPA

R. M.ª Sánchez. / J. Cuartas

El Fondo Monetario Internacional (FMI) valora la "resiliencia" que está presentando la economía española en el actual contexto de débil crecimiento de la zona euro y de elevados tipos de interés, y ha revisado al alza el crecimiento previsto para este año, hasta el 1,9% (desde el 1,5% proyectado en enero), que, según su pronóstico, se acelerará hasta el 2,1% en 2025.

La mejora de cuatro décimas para este ejercicio sitúa la previsión para España a solo una décima de distancia de la del Gobierno, que estima que el PIB mejorará este año el 2% (al igual que la Cámara de España), y en niveles idénticos a Banco de España, Caixabank, Panel de Funcas, Consejo general de Economistas, S&P y otros centros de predicción, que también apuntan al 1,9%. BBVA espera un crecimiento del 2,1%.

Con todo, el avance del informe sobre España que ha publicado este viernes el FMI, plantea una larga lista de deberes para la economía que, entre otras, incluye la recomendación de un ajuste presupuestario de tres puntos porcentuales del PIB entre 2024 y 2028, a razón de "un ajuste fiscal anual promedio de alrededor de 0,6 puntos porcentuales". Traducido a euros, un 0,6% del PIB previsto para 2024 equivale a algo más de 9.200 millones de euros (46.000 euros para el conjunto de los cinco años).

La lista de deberes reitera alguna de las clásicas tareas que el FMI ha ido recomendando a España en los últimos años, e incluso, décadas: extender el cálculo de las pensiones a toda la vida laboral, reducir el coste del despido, frenar la subida del salario mínimo interprofesional y suprimir las exenciones del IVA, entre otras. También se advierte sobre los riesgos para la productividad de reducir la jornada laboral y de los topes al alquiler de vivienda que se han estrenado en Cataluña.

El FMI asume, en todo caso, que la actual coyuntura política puede no ser la más adecuada para atender sus recomendaciones: "La prolongación de la fragmentación política interna podría obstaculizar la implementación de reformas estructurales y la consolidación de las cuentas fiscales", afirma.

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