Asturiana de Laminados aborda una reestructuración financiera tras registrar perdidas de 2,7 millones en 2023

La compañía lenense renegocia su deuda y adapta su plan de negocio para afrontar la caída de actividad de la construcción en Europa

Dos camiones aparcados frente a la nave principal de Asla en Villallana. | A. Velasco

Dos camiones aparcados frente a la nave principal de Asla en Villallana. | A. Velasco / Andrés Velasco

Pablo Castaño

Pablo Castaño

La compañía lenense Asturiana de Laminados (Asla), uno de los mayores productores mundiales de zinc laminado, ha anunciado que acometerá un proceso de reestructuración financiera para aligerar la carga de su deuda y reforzar su estructura. Esta decisión se toma tras registrar la compañía unas pérdidas de 2,7 millones de euros el pasado año por la caída de demanda del sector de la construcción en Europa.

En una comunicación remitida ayer al BMW Growth, mercado de renta variable en el que cotiza la sociedad, la empresa ubicada en el polígono lenense de Villallana avanzó que reformulará su plan de negocio para adaptarlo a la situación actual de mercado y que acometerá un proceso de reestructuración financiera, con una renegociación de la deuda, para «estabilizar y reforzar la estructura de la sociedad para afrontar los retos de futuro».

La compañía destacó su «trayectoria de explotación y EBITDA positivos durante los últimos diez ejercicios» así como «las inversiones realizadas para tener en operación la fábrica más moderna del mundo en el sector del zinc laminado» y señaló que la «reorientación estratégica» estará liderada por el ingeniero Francisco Menéndez Solís, que se ha incorporado como nuevo director general.

Según las cuentas auditadas, Asla registró el pasado año unas pérdidas de 2,7 millones de euros, frente a las ganancia de 367.628 euros del ejercicio anterior, tras reducir las ventas un 23,7%, hasta 101,6 millones, mientras que su deuda ascendía a 101,8 millones de los que 27,4 son de vencimiento a corto plazo.

La compañía invirtió más de 96,7 millones en sus instalaciones de transformación de lingotes de zinc en Villallana y su recuperabilidad depende de la generación de flujo. Asla, que tras sufrir los efectos económicos de la pandemia tuvo que afrontar la fuerte subida de los precios energéticos, se encontró el pasado año con un retroceso de demanda en Europa por el descenso de la actividad de la construcción en países como Alemania y Francia. La sociedad redujo el pasado año en un 15% las toneladas puestas en el mercado.

Con presencia comercial en más de cincuenta países, Asturiana de Laminados es uno de los tres mayores productores mundiales de zinc laminado y participa en LatemAluminium, sociedad que ha dejado en suspenso la puesta en marcha de una factoría de aluminio en Zamora por el retraso en la llegada de ayudas públicas. Asla emplea a 160 personas y tiene activo un ERTE para adaptar la plantilla a la situación del mercado.