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Guerra pide pactos de los demócratas tras el 28A frente al independentismo

El exvicepresidente del Gobierno ve factible un acuerdo PSOE-Cs y llama a los progresistas a "despojarse de prejuicios y proclamar su patriotismo"

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Alfonso Guerra en el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA

España vive horas de incertidumbre: vuelve a aflorar su secular mezcla de infamia y nobleza, irrumpen populismos y se agitan en las redes sociales mensajes contra la Constitución y el Estado que nació de ese pacto de renuncias que fue la Transición y que se desdibuja en una agonía que no es capaz de unir a las fuerzas democráticas. Alfonso Guerra, el socialista de verbo directo y ceceo que lanzaba dardos desde su escaño en el Congreso en la joven democracia española, no disimuló el tono apocalíptico ayer, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, ante un auditorio que rebosaba. "Ha llegado el momento de que los progresistas se despojen de prejuicios y proclamen su patriotismo". ¡Zas! Mensaje directo a la izquierda y al mismo partido del que fue vicesecretario general durante tantos años: el PSOE que ahora lidera Pedro Sánchez.

Alfonso Guerra, siempre tuvo gran predicamento en el socialismo asturiano. Quedó patente en el éxito de su presentación en Asturias del libro "La España en la que creo: en defensa de la Constitución". Tuvo un presentador de excepción: el presidente del Principado, Javier Fernández ("cuando el telonero es mejor que tú, es difícil hacer la función", bromeó Guerra). Convirtió la sesión en toda una proclama ideológica, una sesión de pedagogía para una "élite política joven que está tocando el suelo de la desolación".

Para Alfonso Guerra, la Constitución, la actual, es sinónimo de democracia en España porque nació tras "un acto de paz" después el régimen franquista para poner fin a "dos siglos de enfrentamientos irracionales". Olvidar eso hoy en día, en plenas tensiones separatistas, supone "un riesgo de desandar lo caminado", y más en un contexto en el que "aparecen en Europa dirigentes autoritarios, partidos populistas y de extrema derecha".

Alfonso Guerra: "Tras las elecciones la estrategia deberá ser el entendimiento entre el PSOE y Ciudadanos"

Alfonso Guerra: "Tras las elecciones la estrategia deberá ser el entendimiento entre el PSOE y Ciudadanos"

Por eso, Guerra abogó por un pacto de demócratas -en el sentido de partidarios de la Constitución del 78- tras las próximas elecciones generales del 28 de abril. Antes de la presentación, a las puertas de las instalaciones de este periódico, Guerra declaró que la estrategia del PSOE tras los comicios "no podrá ser otra" que llegar a un acuerdo con Ciudadanos, a la luz de los sondeos. Dos inquietudes percibe Guerra después del 28A: un gobierno "de las tres derechas" y un Ejecutivo del PSOE "con independentistas y populistas".

El que fuera vicepresidente del Gobierno de España con Felipe González recalcó que en la Transición, "las ansias de concordia hicieron que los representantes políticos abandonasen las exigencias de sus doctrinas para proporcionar estabilidad y democracia". "Algunos quieren derribar esa obra", advirtió. Con ello, no descartó que se realicen cambios en la Carta Magna, pero diferenció entre "reformar la Constitución o hacer reformas en la Constitución".

Aseguró que "los ataques" a la ley fundamental de 1978 puede ocasionar "una vuelta al cainismo histórico de la política española", en una democracia "frágil" en unos tiempos en los que triunfan las "consignas a grandes multitudes, fáciles de lanzar en las redes sociales". Solo así, abundó, se explica el triunfo del Brexit o la victoria de Donald Trump.

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Alfonso Guerra en el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA

Aquel viejo consenso se desmorona, aseveró: "Los partidos van abandonando el compromiso fuerte de la Constitución", dijo. En 1978 "sólo seis diputados se opusieron, hoy se sientan en el Congreso 90 diputados que no se sienten ligados a ese texto". Advirtió de que "los bombardeos a la unidad de España y al Rey son subterfugios para atacar el orden constitucional" y soltó otra llamada: "Es hora de que los demócratas adviertan del riesgo y actúen en consecuencia".

¿Y cómo hacerlo ante el panorama político actual de fragmentación? A su juicio el PSOE ya ha visto a dónde le conducen las exigencias "antidemocráticas" del separatismo catalán, y cómo tuvo que elegir la "dignidad" antes que aceptar las pretensiones del nacionalismo para aprobar los presupuestos. "¿Pretenden la inmunidad de los políticos catalanes para sus fechorías? Eso escapa la política y entra en el psicoanálisis", dijo.

Por eso sugirió "acuerdos entre demócratas". "No preconizo pactos de gobierno a la alemana, pero creo que es necesario que en el momento del acceso al poder se apoyen para no beneficiar la llegada de organizaciones contrarias a la democracia", abundó Guerra.

"Con la crisis económica y su errónea gestión, los nacionalistas han saltado sobre el Estado", añadió. Y ahí, dijo, es cuando entra en juego la incapacidad de la izquierda para proclamar una afirmación de España como nación y Estado. "La derecha no tiene crédito al hablar de España, porque la consideran heredera de aquella (del régimen), y la izquierda no tiene el fuste para desprenderse del síndrome del franquismo", indicó. Después leyó textos de Indalecio Prieto y Azaña referidos a España y se preguntó si "hoy podríamos escuchar un mitin con esas mismas palabras".

Dos Españas conviven: "la de la infamia y la de la nobleza". La primera, por ejemplo, la de los políticos que "asaltan el Estado, interviene la Justicia y algunos demuestran su cobardía metiéndose en un maletero, huyen y denigran a España y plantean una querella contra el juez"; la segunda, "la de la más alta tasa de donación de órganos".

Mientras que "se jalea el 'visca Catalunya' o el 'gora Euskadi', no se hace con el 'viva España' so pena de recibir el anatema de facha". "Amar a la patria no debe ser emblema de la derecha reaccionaria; no se puede seguir regalando el concepto de España. Si no es reivindicada por los progresistas seguirá aprisionada por la derecha". "Guerra en estado puro": ya lo había anticipado Javier Fernández al presentarlo.

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