Madrid / Oviedo

El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, reprobó ayer a los principales defensores de la energía nuclear por ser los que se muestran más contrarios a la instalación del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos, mientras que los que no son tan pro nucleares, como los socialistas, son favorables a ella por juzgarla necesaria, pese al desgaste que pueda suponer para el Gobierno.

Zapatero recalcó que el Gobierno ha de tomar decisiones y aseguró que se va a ayudar tanto a quienes desean la instalación del almacén como a quienes no la quieren. Reconoció que una decisión de este tipo puede tener un coste, pero insistió en que ha de seguirse adelante con ella por responsabilidad.

El jefe del Ejecutivo se refirió a esta instalación en su intervención final ante el comité federal del PSOE, algunos de cuyos integrantes habían hablado previamente del proceso que culminó el viernes para que los municipios que lo desearan presentasen su candidatura a albergar esa instalación.

Antes que Zapatero, quien no se había referido a este asunto en su intervención inicial ante el comité, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Óscar López, trasladó a sus compañeros la oposición de los socialistas castellano-leoneses a la construcción en esa comunidad del almacén de residuos nucleares y recordó que el PSCyL defendió el cierre de Garoña.

López apeló a la coherencia y argumentó que un partido que ha abogado «contundentemente» por el cierre de Garoña y, por lo tanto, por la desnuclearización de esa comunidad no puede apoyar de ninguna de las maneras la instalación del almacén radiactivo.

Menos elocuente, pero no menos tajante, fue el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, al avisar: «No queremos un almacén de residuos nucleares».

Así las cosas, el presidente del PP, Mariano Rajoy, recordó a Zapatero que su obligación es gobernar y tomar decisiones, «y si tiene miedo o quiere compartir la decisión» sobre la ubicación del ATC le propuso que le llame.

«Si tiene miedo o quiere compartir la decisión, que nos llame, que llame a la oposición, que estamos dispuestos a ayudarle, pero lo que no es solución es no hacer nada», afirmó el líder popular.

Rajoy explicó que «todo gobierno está para gobernar, para tomar decisiones, sean agradables o no sean agradables» porque, a su juicio, «para lo fácil, para poner la cara, o para hablar de ciudadanía, el talante, etcétera, para eso no se está en el Gobierno». Y prosiguió: los residuos nucleares se tienen que situar en algún sitio, algo en lo que está de acuerdo «todo el mundo», por lo que «alguien tendrá que decidir, y el que tiene que decidir es el Gobierno».

De lo contrario, advirtió el presidente de los populares, se generan «líos, problemas, enfrentamientos y tensiones ridículos». A su juicio, «eso pasa porque quien tiene la competencia, quien tiene que gobernar y decidir no tiene coraje ni valentía ni se atreve a gobernar».