Madrid / Oviedo, Agencias

La reforma del estatuto de Castilla-La Mancha naufragó ayer en el Congreso debido a la guerra del agua entre comunidades del PSOE y del PP. Los socialistas rechazaron una oferta de última hora de los populares que garantizaba una reserva de 4.000 hectómetros cúbicos y que era rechazada por Valencia y Murcia.

El hecho de que la Comisión Constitucional haya aprobado el dictamen sobre la reforma del Estatuto sólo con el apoyo socialista conllevará la retirada del texto del Congreso, según informa la agencia «Efe». Tras un agrio debate, los populares votaron contra el texto después de que el PSOE hiciera lo mismo con su enmienda transaccional , en la que se proponía mantener los 4.000 hectómetros cúbicos pero que suprimía el término «reserva de agua» incluido en el preámbulo.

El PSOE solicitará ahora en las Cortes de Castilla-La Mancha la retirada del Congreso del primer Estatuto aprobado por unanimidad por el Parlamento de origen, como en su día sucedió con el de Canarias.

Los socialistas acusaron a Dolores de Cospedal y al presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, de haber «matado» el Estatuto, mientras que la número dos del PP culpaba al jefe del Ejecutivo castellano-manchego, José María Barreda, de haber «torpedeado» el acuerdo por motivos electoralistas.

El desencuentro entre el PSOE y el PP comenzó a fraguarse cuando los populares presentaron, con las bendiciones de Mariano Rajoy, una enmienda transaccional que afectaba al preámbulo, a cinco artículos y a la disposición transitoria primera, con la que se suprimía el término «reserva» de agua, como exigían Valencia y Murcia, y se planteaban los 4.000 hectómetros cúbicos como una estimación para satisfacer las necesidades de la región frente a los trasvases.

La propuesta del PP incluía además la prioridad de la cuenca cedente del agua sobre la cuenca receptora, pero suprimía la alusión al caudal ecológico del río y a la presencia de la Junta de Comunidades en los órganos de gestión del trasvase Tajo-Segura, según «Efe».

El PSOE rechazó la iniciativa y el diputado Alejandro Alonso destacó además que el concepto de «reserva» hídrica figura en otros estatutos, como el de Aragón, aprobado con el beneplácito del PP, pero que en el texto de Castilla-La Mancha optó por suprimirlo ante las exigencias del presidente de Murcia, que acudió al Congreso a presionar.