El empresario Josep Manel Bassols, que está imputado en el sumario del caso del 3%, contactó en 2011 con el expresident Artur Mas y el exconsejero y ahora diputado de Junts pel Sí Germà Gordó para que intercedieran por su esposa, la juez del Tribunal Superior catalán Núria Bassols, antes de que fuera fichada como responsable de Transparencia del Gobierno de la Generalitat.

La Fiscalía Anticorrupción cree que Gordó desempeñaba el papel de "conseguidor" o "recaudador" en la trama del 3%, supervisando la labor del tesorero de Convergencia Andreu Viloca.

Según el sumario del "caso 3%", al que tuvo acceso "Efe", Bassols, directivo de la constructora Oproler, escribió a Mas para exponerle la "situación incómoda" en que se encontraba y pedirle que intercediera a favor de él y de su esposa. En la carta, Bassols indica a Mas que ella necesitaba un "impasse temporal" de la plaza que ocupaba en la sala civil y penal del TSJC, "dado que ya lleva más de doce años y han sido unos años de mucha presión".

Bassols entró en política de la mano de CDC, fue alcalde de Anglès (Gerona) y jefe de campaña del presidente catalán, Carles Puigdemont, cuando se presentó a alcalde de la capital provincial en las municipales de 2011.

El empresario menciona en la misiva a Gordó y al histórico diputado de CiU Ramon Camp, que entonces era vocal del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta de CDC.

Entre tanto, en el juicio por el expolio del Palau de la Música, dos directivos de empresas proveedoras de CDC reconocieron que la formación se lucró con el desvío de fondos de la institución cultural a través de facturas falsas, aunque desvincularon de la trama al extesorero de Convergencia (CDC) Daniel Osàcar.

Miguel Giménez Salinas y Juan Manuel Parra, responsables respectivamente de las empresas Altraforma e Hispart, confesaron su participación en el desvío de fondos del Palau a CDC a través de facturas falsas, por las que la Fiscalía les pide tres años.

La declaración de los empresarios sigue la misma línea de las acusaciones a CDC de los exresponsables del Palau, Fèlix Millet, Jordi Montull y su hija Gemma, que en anteriores jornadas del juicio acusaron a la formación de financiarse ilegalmente con comisiones de la constructora Ferrovial a través de la entidad cultural.

En cambio, los exdirectivos de Ferrovial Pedro Buenaventura y Juan Elizaga negaron que los millonarios patrocinios de la constructora al Palau ocultaran comisiones a CDC, pese a admitir uno de ellos que sabía de los "contactos" de Fèlix Millet en el Govern.

Ante la presión de las confesiones de Millet y los Montull, Mas aceptó ayer comparecer en el Parlament la próxima semana, aunque el expresident lo niega todo y se queja de que intentan "colgarle el muerto".