El presidente catalán, Carles Puigdemont, anunció ayer la suspensión de la visita comercial conjunta que planeaba hacer a Marruecos con el ministro-presidente de Flandes, Geert Bourgeois, entre el 7 y el 9 de mayo, después de que el Gobierno de Rabat les informara oficialmente, dos semanas antes del viaje, "de que ninguno de los responsables políticos marroquíes, a todos los niveles políticos, podría recibirlos en el periodo en que los dos presidentes tenían que estar en el país", según reza un comunicado conjunto difundido ayer por la Generalitat.

El Ejecutivo de Puigdemont no dudó en atribuir la decisión de Rabat a las "presiones diplomáticas españolas", y añadió que "es una evidencia que la embajada española en Marruecos no colaboró" para materializar la visita.

Entre tanto, el presidente catalán anunció que hará una última propuesta al Gobierno de Mariano Rajoy para acordar los términos de un referéndum soberanista. "Le pido al Estado que escuche y se sienta interpelado cuando una parte de sus ciudadanos llamen a la puerta", dijo.

Desde Bruselas, donde asistió a la cumbre de la UE, Rajoy respondió que Puigdemont es consciente de que no puede acceder a su pretensión de realizar un referéndum en Cataluña y de que ésta es una idea "disparatada".