MANDATO CADUCADO

Sánchez acusa al PP de 'lawfare' por el bloqueo del CGPJ: "No hay caso más paradigmático"

El presidente del Gobierno se ve forzado a nombrar un segundo verificador: ERC y Junts están "verdes" para negociar juntos

Sánchez dice que el bloqueo del CGPJ por parte del PP es un caso claro de 'lawfare'

Agencia ATLAS / Foto: EP

Iván Gil / Juan Ruiz Sierra

El concepto de 'lawfare' se está convirtiendo en protagonista durante el arranque de la legislatura tras incluirse en el acuerdo político firmado para la investidura entre PSOE y Junts. El partido de Carles Puigdemont lo enmarca como una guerra sucia judicial contra el independentismo, lo que ha generado sonoras protestas de la judicatura, mientras que Pedro Sánchez se está esforzando por asociarlo al PP. Si la pasada semana en una entrevista en TVE lo vinculó a la utilización por parte de los populares de la Policía para perseguir a rivales políticos, en referencia a la Operación Kitchen, ahora ha asegurado que "no hay caso más paradigmático de 'lawfare' y de politización de la justicia" que el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En una entrevista en la Cadena Ser, Sánchez ha acusado al principal partido de la oposición de un "sentimiento patrimonialista de la democracia, el poder y las instituciones", que lo llevaría a no pactar la renovación del órgano de gobierno de los jueces cuyo mandato cumple esta semana cinco años caducado.

El presidente del Gobierno no ha aclarado qué vías seguirá para evitar este bloqueo, después de descartar la rebaja de las mayorías para elegir a los vocales nombrados por el Congreso, aunque ha segurado que llamará a Alberto Núñez Feijóo. Su única receta, por el momento, pasa por "exigir al PP que cumpla con la Constitución y, por tanto, que podamos desbloquearlo cuanto antes porque no solo afecta al correcto funcionamiento de la justicia, sino que se deriva en consecuencias para la ciudadanía". A la pregunta de si llamará al Feijóo ha dicho que "por supuesto", pero acto seguido ha reconocido la brecha que los separa y que se ha ahondado esta legislatura. "Vox dice que soy un dictador y Feijóo que soy un enfermo mental", ha lamentado.

Frente a las críticas que alertan sobre un problema en la separación de poderes en España, Sánchez ha devuelto este argumento para señalar que el conflicto proviene "del secuestro de un poder tan importante para el funcionamiento de la democracia". El jefe del Ejecutivo ha situado la raíz del desencuentro en "la no asunción del resultado electoral por parte de PP y Vox". Una derecha que ha tachado de "parasitada" por la ultraderecha. "Cada vez más gemelos", ha concluido.

En los últimos días, Génova ha insistido en que no accederán a pactar la renovación si no se reforma antes la ley del Poder Judicial para que sean los jueces quienes elijan a sus colegas. "Mientras no haya un cambio en la forma de elegir a los vocales", remarcaba esta semana la nueva vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Fúnez, "no habrá renovación".

En Moncloa juzgan que este asunto será la prueba del algodón para determinar cómo será la relación entre socialistas y populares. Existen sentimientos encontrados dentro del Gobierno. Por un lado, desde el ministerio de Justicia que dirige Félix Bolaños se ironiza sobre el “perfil muy dialogante” de los diputados elegidos por Feijóo para estar al frente de la dirección del grupo parlamentario y la portavocía. Fuentes de Moncloa aseguran en este sentido que “se ha optado por la línea dura” al situar a Miguel Tellado en la portavocía y rescatar como adjuntos a Cayetana Álvarez de Toledo y Rafael Hernando, lo que echaría por tierra cualquier posibilidad de entendimiento. Por otro lado, hay voces en el Gobierno que consideran inasumible para el PP extender el bloqueo del órgano constitucional otros cuatro años más. Se apoyan también en que Bruselas urge a la renovación.

Una nueva figura para ERC

“La amnistía supone poner el contador a cero, pero no supone poner la memoria a cero. Todos debemos extraer lecciones de lo que ocurrió en 2017”, ha señalado Sánchez sobre la polémica medida de gracia. Pero el líder socialista, que apoyó entonces al Gobierno de Mariano Rajoy en la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender las competencias de Cataluña y convocar elecciones, solo ha lanzado en torno al ‘procés’ reproches al PP, no al independentismo. 

“Después de la manipulación del debate sobre el Estatut, el recurso ante el Tribunal Constitucional, la sentencia, los referéndum ilegales, llama la atención que vuelva a utilizar la cuestión catalana como elemento de confrontación entre los ciudadanos. Yo abogo por la normalización de la situación en Cataluña y la superación de los conflictos a través de la política”, ha señalado el jefe del Ejecutivo. 

La entrevista, la segunda desde que fue reelegido al frente de la Moncloa el pasado 16 de noviembre, ha tenido lugar dos días después de la reunión entre el PSOE y Junts per Catalunya en Ginebra, una cita marcada por el secretismo. Socialistas y posconvergentes acordaron en la ciudad suiza que el coordinador del equipo de verificadores que acompañará todas las conversaciones entre los dos partidos sea el diplomático salvadoreño Francisco Galindo. La intención de Sánchez era que la misma persona ejerciera también de mediador en la negociación del PSOE con ERC, pero las malas relaciones y los recelos entre los dos partidos independentistas han provocado que tenga que aparcar este enfoque. 

“No será el mismo con ERC”, ha dicho Sánchez, dejando claro que, a su juicio, los partidos de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont deberían sentarse con el PSOE a la vez, ya que abordan en mesas paralelas idénticos temas: autogobierno de Cataluña, financiación, etcétera. “Pero ahora eso está muy prematuro, muy verde”, ha reconocido, antes de volver a insistir en que, a pesar de la insistencia del PP en llevar a la UE la controversia por la amnistía, ninguno de sus homólogos europeos le ha mostrado preocupación por el carpetazo judicial al ‘procés’. 

“En mis conversaciones con los líderes, nadie me pregunta por la amnistía. Todo el mundo me felicita por haber armado una mayoría parlamentaria que parecía harto compleja. Desde el punto de vista del derecho comunitario, la amnistía no afecta. El parlamento Europeo ya habló de que la cuestión catalana era una cuestión interna. Y finalmente, las amnistías son bastante recurrentes en democracias consolidadas”, ha concluido Sánchez, citando el caso de Portugal, cuyo Gobierno, coincidiendo con la visita del Papa, decidió amnistiar este verano a los presos menores de 30 años que no hubieran cometido delitos graves.