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Referéndum de 2017

La Audiencia de Barcelona envía a juicio a 46 policías nacionales por las cargas del 1-O

La fiscalía y las acusaciones populares deberán presentar sus escrito de calificación y después las defensas

La Audiencia de Barcelona envía a juicio a 46 policías nacionales por las cargas del 1-OFERRAN NADEU

La Audiencia de Barcelona ha confirmado la decisión del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona de enviar a juicio a un total de 46 policías nacionales por las cargas en las diferentes escuelas de la capital catalana durante la jornada del referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017. Reafirma, así, el criterio del magistrado instructor, que considera que existen suficientes indicios de delitos de lesiones y contra la integridad moral en este caso. En la resolución, el tribunal descarta investigar a más agentes —motivo de los recursos de apelación de las acusaciones—, pero también rechaza archivar la causa contra ellos, denegando las peticiones de sus defensas y que contó con el apoyo mayoritariamente de la Fiscalía de Barcelona.

La resolución de la Audiencia de Barcelona señala que "la calificación jurídica indiciaria que otorga el auto a los hechos descritos va más allá de simples delitos de lesiones y apunta claramente a que algunas conductas podrían ser incardinadas en el delito contra la integridad moral cometido por funcionario público", según las acusaciones populares ejercidas por Omnium e Iridia. Estas dos entidades, más la ANC, recurrieron contra algunos autos de archivo, pero el tribunal los ha confirmado. Por lo que respecta a los agentes investigados, se han desestimado también sus recursos contra su imputación. Los magistrados argumentan que hay muchas evidencias e imágenes que indican que podrían haberse cometido abusos policiales como lesiones y delitos contra la integridad moral contra los votantes independentistas.

Irídia y Òmnium Cultural consideran que esta es una resolución muy importante, supone un gran paso adelante para "la lucha contra la impunidad de una actuación policial no solo desproporcionada sino delictiva", que provocó la condena de los principales organismos internacionales de derechos humanos. En un comunicado expresan que "después de muchos años de trabajo, 46 agentes de la Policía Nacional son enviados a juicio, gracias principalmente al rol de la sociedad civil como herramienta de protección de derechos humanos".

Escritos de acusación y defensa

El juez de Barcelona Francisco Miralles, que investigó las cargas de la Policía Nacional para impedir el referéndum unilateral del 1-O en Barcelona, dejó a un paso de ir a juicio en enero del 2023 a 45 agentes del cuerpo (ahora son 46) ante los indicios de que su actuación podría constituir delitos de torturas, contra la integridad moral o lesiones. El magistrado, en cambio, archivó la causa para otros 20 agentes. En un auto, el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona, dió por concluida la investigación y daba un plazo de 40 días a las acusaciones y defensas para que presenten sus escritos de calificación o soliciten el archivo de la causa abierta a los agentes, a los que imputa cargas desproporcionadas en 25 escuelas que acogieron urnas en la consulta soberanista. Las defensas y las acusaciones recurrieron y la Audiencia de Barcelona ha ratificado su decisión, por lo que el siguiente paso debe ser que se presenten los escritos de acusación y los de defensa.

La investigación judicial se ha centrado en los agentes y sus mandos que actuaron sobre el terreno, sin llegar a inculpar a las altas cúpulas policiales o políticas, al no demostrarse durante la instrucción que existiera una orden para cargar contra los votantes. El togado recordaba en su resolución que los uniformados siempre deben actuar de forma bajo los principios de "congruencia, oportunidad y proporcionalidad" e “impedir cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral". El juez aprecia "déficit" en la actuación con respecto a la normativa y este protocolo.

Este protocolo se cumplió en 14 de los 27 colegios de Barcelona, donde el magistrado describe “agarres y empujones”, pero no acciones “desproporcionadas” que fueran más allá de apartar a votantes para retirar las urnas y papeletas, como había ordenado el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Sin embargo, en 13 centros, el instructor sí ve actuaciones de agentes contra votantes donde “se aprecian claros déficits respecto a los protocolos” y un “uso innecesario de la fuerza”. Es el caso, entre otros, del agente que propinó una patada a un votante en el colegio Pau Claris, o del que dio varios golpes de porra a una mujer a las puertas del colegio Mediterrània. El togado centra su relato sobre todo en las imágenes grabadas durante la intervención de la policía, así como en el parte de lesiones y asistencia médica presentado por algunos de los congregados.

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