Luis Pereira, en busca de la sombra perdida

Este excepcional especialista de lo transitorio, que se titula a sí mismo como un agitador intelectual, acaba de colgar sus últimas instantáneas en las paredes de la galería Mediadvanced. Luis Pereira, nacido en Madrid y experto en fotografía y cinematografía, sabe que todos los cuerpos dotados de movimiento generamos una continua sucesión de sombras abocadas a morir en el mismo relámpago de su efímera existencia. Son, como el fugaz suspiro de una imagen, la marca volatinera de aquel beso que rozó una pared fronteriza, o la prueba definitiva de la belleza, dócil a Platón por la incorporeidad que ha de trascender hacia el espíritu. Un inmenso espacio de sugerencias. Qué sutil e inteligente Luis Pereira al fotografiarlas, llevándonos al otro lado de la fiesta, allí donde nace la reflexión o la poesía. Aunque él no es el primero que lo hace, sí lo hace dentro de su estilo personalísimo. Pedro Salinas había escrito en su «Confianza»: «Mientras haya / sombras que la sombra niegan, / pruebas de luz, de que es luz / todo el mundo menos ellas».

Pereira, desolado ante tanta sombra perdida, decidió iniciar una cruzada para su rescate definitivo. Se hizo cazador de sombras. Sólo tuvo que esperar, como las mariposas, que plegadas las alas detuvieran el vuelo en una superficie que en ese instante se evadiría de sí misma para convertirse en arte. Ya no será nunca más la tapa de hierro fundido de una alcantarilla con su vulgar leyenda municipal, ni la acristalada radiografía de la lluvia, o el ladrillo desnudo de una pared a medio construir, no, la sombra de una cabeza humana sobre ellos los ha convertido en solemne pedestal de una fábula. La corporeidad de las sombras. «¿De quién es la cabeza?», le pregunté a Luis Pereira. «Siempre la mía. Voy con la cámara observando mi proyección y aguardo».

Bajo el título «El lado oscuro», Mediadvanced, esta hermosa galería abierta al océano y dedicada exclusivamente al arte fotográfico, muestra diez sombras de cuidado azar, en las que el hombre, el artista, crea una simbiosis de sorprendente plasticidad. Razón, materia; idea, objeto; sentimiento, morfología. Al final, es cierto que tales entelequias no sobrevivirán, como las sombras, a su soporte terrenal. Es, por mucho que tratemos de retenerlas, una alegoría a la permanencia, un sueño imposible, como el vuelo de Ícaro. Pero hoy están ahí, sujetas con alfileres a su puro anacronismo, pero haciendo historia de creatividad e ingenio. Otras diez fotografías constituyen un estudio de Gijón y sus sombras. Cómo éstas se pliegan a la arquitectura, se desdibujan, pierden su perfecta simetría al adaptarse a su lecho ocasional.

La galería Mediadvanced, dirigida por Rubén Fernández, completa su trabajo con un estudio publicitario, el que acaba de realizar las fotografías de la campaña de Banesto, en la que interviene Rafa Nadal. El hecho mereció una portada en LA NUEVA ESPAÑA, «algo que nunca soñé».

En la inauguración de «El lado oscuro» acompañaban tanto a Fernández como a Luis Pereira su esposa, la escultora Xana Kahle; su suegro, José Luis Álvarez Margaride; el ex presidente del Principado Pedro de Silva; el viceconsejero de Cultura, Jorge Fernández León; Luis Figaredo, Luis Adaro, José Gutiérrez, Arturo Rodríguez Cortina... La exposición estará abierta hasta el último día del mes.