Centenares de personas han despedido hoy en Gijón al soldado Iván Castiello, que falleció en la madrugada del viernes presuntamente apuñalado por un compañero en el Acuartelamiento San Bernardo de Jaca (Huesca) tras una discusión por el ruido.

Los compañeros de Castiello han portado el féretro del joven, que un día después de su muerte cumpliría 28 años, y la iglesia parroquial de Lavandera, en Gijón, se ha quedado pequeña, por lo que numerosas personas han atendido la ceremonia desde su exterior.

El coronel Julio Herrero, director de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales en la que estaba destinado el joven, ha estado presente en el funeral en donde ha mostrado su consternación y ha rechazado que existan problemas raciales entre los militares del acuartelamiento.

El presunto agresor de Castiello es un soldado de origen venezolano de 23 años, que fue arrestado momentos después del incidente y al cual se le imputa un delito de homicidio.

Castiello ingresó en las Fuerzas Armadas en abril de 2007 y estaba destinado en la Escuela Militar de Montaña de Jaca desde enero de 2008. EFE