C. JIMÉNEZ

Profesores del departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación, del área de Tecnología de Materiales, trabajan junto al personal de la Escuela de Estomatología de Oviedo en el diseño de una prótesis de la articulación temporomandibular, el amortiguador entre el hueso del cráneo y la mandíbula que ejecuta variados movimientos asociados a la función masticatoria. Por el momento la labor del grupo de investigación del campus gijonés se centra en buscar un material que simule esa articulación, según explicó la profesora María Jesús Lamela Rey en el transcurso de los «Desayunos tecnológicos» del Instituto Universitario de Tecnología Industrial de Asturias (IUTA).

Los estomatólogos acudieron al grupo de tecnología de los materiales para buscar una solución a las fracturas o dislocaciones que se producen en esta articulación a causa de accidentes o por desgaste fisiológico, en algunos casos. El grupo de investigación del campus gijonés se ha encargado de la caracterización viscolástica del disco de esta articulación para poder realizar después el diseño de prótesis. Para el estudio morfológico han tenido que recurrir a un modelo porcino. «El cerdo es el animal que más se parece al ser humano», subrayó María Jesús Lamela, repitiendo así la misma dinámica que en otro estudio biomecánico para la reconstrucción del ligamento cruzado anterior.

Durante la jornada, también se expuso un trabajo del grupo de materiales magnéticos para la detección de marcadores inmunogenéticos de células tumorales mediante el uso de nuevos materiales.

La profesora Montserrat Rivas explicó que se ha logrado sintetizar nanopartículas magnéticas, recubiertas de sílice, que se ligan a las células tumorales. Este comportamiento se detecta a través de sensores magnéticos que permiten así aislar las células de carácter maligno.

Además, el grupo de Tecnología de los Materiales trabaja en proyectos aerospaciales, para obra civil, y para los sectores de automoción y ferroviario.