El torero valenciano Enrique Ponce celebra este año el vigésimo quinto aniversario de su alternativa en la plaza de Valencia de manos de José Miguel Arroyo "Joselito". Da por hecho que formará parte del cartel de la próxima Feria de Begoña, un festejo que considera "referencia en el norte de España" con una "gran afición".

-Veinticinco años en los ruedos, se dice pronto...

-Está siendo un año muy bonito. La suerte me está acompañando. Estoy haciendo una temporada de momento exitosa, me encuentro muy a gusto y es muy bonito sentir el cariño de la afición en estos reconocimientos que se me están dando por los 25 años de la toma de la alternativa. Es muy bonito ver como la gente reconoce todo esto. Me encanta la iniciativa de reconocer mi trayectoria en Gijón, adonde llegaré en plena forma y con muchos deseos.

-¿Con qué se queda de este cuarto de siglo?

-No puedo quedarme con una sola cosa. Después de una trayectoria con cerca de 2.300 corridas de toros y triunfos en todas las plazas del mundo, es difícil elegir. Me quedo con la sensación positiva de una evolución constante y de una fidelidad al toreo, el de toda la vida, el clásico. En estos 25 años siempre he ido a más, evolucioné como torero dentro de la línea más pura y clásica.

-¿Qué recuerdos guarda de Gijón?

-Estos últimos años de Gijón han sido muy bonitos, me he encontrado muy bien y tengo un recuerdo precioso. Y también en mis inicios, recuerdo mis primeras tardes importantes, en esos primeros años de alternativa. El Bibio es una plaza que me inspira y que tiene una afición muy buena.

-¿Qué tiene de especial la Feria de Begoña?

-Su afición. Tiene un criterio dentro del toreo clásico, que es el que me gusta y con el que me identifico. Es importante que exista esto en una comunidad como Asturias en la que, salvo en Gijón, no hay muchos toros. La Feria de Begoña tiene una magnitud especial y es de las más importantes del norte de España.

-¿Repetirá este año en Gijón? ¿Qué expectativas tiene?

-Confío en volver a estar. Hubo varios años consecutivos en los que estuve yendo. El problema de Gijón son las fechas, está en pleno auge taurino, en el mes de agosto, y muchas veces no he podido ir porque estaba comprometido con otras ferias. No sé las veces que habré toreado, pero esta feria se suma a ese homenaje a mis 25 años consecutivos y hace que vaya a ser especial y tenga mucha expectativas.