A través del Boletín Oficial de Estado (BOE) el Ministerio de Medioambiente hacía público el pasado viernes el informe de impacto ambiental para la construcción de un planta desnitrificadora en la central termoeléctrica de Aboño. EdP acomete este proyecto para adecuar la central a la nueva normativa medioambiental, que obliga a reducir las emisiones de óxidos nitrosos, unos de contaminantes que causan la lluvia ácida.

La desnitrificadora, que dará servicio al grupo dos de la central, el más moderno y de mayor potencia (543 megavatios, frente a 360 del grupo uno), trabajará mediante reducción catalítica selectiva: Los humos generados en la combustión se harán pasar entre aire caliente con una concentración del 5% de amoniaco vaporizado. En ese proceso se prevén eliminar el 53% de los óxidos nitrosos. Como contrapartida se emitirá a la atmósfera amoniaco, si bien en cantidades notablemente inferiores, del orden de 0,15 miligramos por metro cúbico. EdP invertirá unos 100 millones de euros en las desnitrificadoras de Aboño y Soto de Ribera.