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las opiniones

La secretaria y el interventor no cobran dietas por ir a los consejos de las empresas locales

"A dieta los ponía yo a ellos". Es el primer comentario que le salió ayer a bote pronto a Ana Belén Sánchez mientras aguardaba la salida de sus hijos del colegio. "Encima que tienen un sueldo, y no bajo precisamente, quieren todavía más. Me parece fatal", añadió al valorar la intención de los concejales del gobierno local de Foro Asturias de denunciar a las empresas municipales que ellos mismos presiden para lograr el cobro de dietas por acudir a las reuniones de los consejos de administración.

Los ciudadanos interpelados al respecto por LA NUEVA ESPAÑA coinciden en que los políticos deberían ser los primeros en dar ejemplo y destinar ese dinero a otras áreas municipales que lo precisen como las políticas de juventud o los servicios sociales. Y más en tiempos de crisis. "Que se aguanten si no cobran dietas. Da muy mala imagen que exijan cobrar las dietas porque ellos no pasan hambre. En lugar de exigir que no falte ningún plato de comida en la mesa de la gente", juzga Laura Moris, camarera de profesión.

En la misma línea está la opinión de Sofía Arias, para quien los concejales "ya cobran lo suficiente. Me parece increíble que exijan esas dietas porque hay gente que lo necesita. Sólo quieren chupar de todos lados y no se preocupan por la ciudadanía", critica. En total los ediles foristas con dedicación exclusiva perciben 52.073 euros al año y 39.055 euros los que tienen una dedicación parcial del 75%. "Ya me gustaría a mí tener ese sueldo", incide Sofía Arias.

Eva Illán, concejal de Bienestar Social y presidenta de la Empresa Municipal de Vivienda (EMVISA) fue la primera en formalizar la denuncia en el juzgado de lo mercantil. El resto de ediles foristas seguirán la estela de su compañera para evitar que se aplique el dictamen plenario que impide a los ediles con dedicación parcial o exclusiva cobrar dietas, de 138 euros brutos, por acudir a los consejos de estas entidades municipales. "Tienen mucha cara, que se preocupen de los parados y no de cobrar dietas como llevan haciendo más de 40 años", reprocha Jaime del Pino, jubilado.

El joven Víctor Pérez lo ve como un claro ejemplo de "avaricia" que pone de manifiesto "el panorama político actual". "Parece irónico", incluye en su valoración Sara Riera. Entre la juventud la opinión es clara y contundente a sabiendas de lo provechoso que sería destinar esas dietas, que según el PSOE el año pasado ascendieron a 45.000 euros, a beneficio de quien lo necesita.

"Los jóvenes no ganamos ni para comer ni para vivir. Yo no cobro por ir a una reunión al trabajo. ¿No tienen bastante?", se pregunta Laura Lanza, educadora infantil. "Hay gente que pasa calamidades muy grandes, personas que no comen todos los días y, en cambio, ellos ganan mucho dinero. Más que un obrero", censura Miguel Cubiella, que se declara apolítico y opta porque "deberían ir todos a la cárcel". Sin ser tan tajante, José Edesa reconoce que los concejales recaudan un "sueldu muy curiosu al mes. Mejor miraban por el bien del municipio", aconseja.

En la polémica por las retribuciones adicionales que pretenden lograr los munícipes foristas hay quien ve un caladero de problemas al margen de la fisura económica a las arcas públicas. Para Marcelino Serrano estas actitudes son "las que facilitan la aparición de los populismos. Es una vergüenza, tanto esto en Gijón como lo que han hecho en el Senado los políticos, que también las cobran y nadie renuncia. Son tan malos unos como otros", explica. "Eso provoca que aparezcan populistas como los que están apareciendo y no es bueno", incide. "Es tal el hartazgo de los políticos que a la gente ya le da igual", lamenta Marcelino Serrano.

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