El juzgado de lo penal número 2 de Gijón ya ha emitido su sentencia sobre el caso de las trifulcas protagonizados por ultras del Sporting durante y después de un partido contra el Córdoba en mayo de 2013. En el mismo la Fiscalía pedía pena de prisión para siete seguidores radicales sportinguistas, pero tan sólo uno de ellos ha sido condenado.

El juez dicta para R. P. O. una condena de dos años y tres meses de prisión como autor de un delito de lesiones. En su caso particular se da por probado que agredió a un vigilante de seguridad del estadio, rompiéndole la nariz. Otros dos vigilantes también resultaron heridos, aunque de menor gravedad, al entrar por la fuerza varios ultras del Sporting en las instalaciones de El Molinón tras el partido, celebrado en una época en la que eran habituales las manifestaciones contra el consejo de administración del club.

Durante el partido también se registraron incidentes en la grada del Fondo Sur, donde se ubican los Ultra Boys. La sentencia recoge como hecho probado que durante la intervención policial R. P. O. arrancó un asiento y se lo lanzó a los agentes. Además del delito de lesiones, el juez le condena a una multa diaria de ocho euros durante 20 días por un delito de daños, pero le absuelve del delito contra el orden público. Además, deberá indemnizar con 18.000 euros a la víctima de su agresión y pagar al Sporting la reparación del asiento arrancado.

Asimismo quedan absueltos el resto de acusados a los que la Fiscalía atribuye desórdenes públicos y otras faltas de lesiones. Es el primer caso que lleva a varios miembros de Ultra Boys al banquillo de los acusados, dado que las causas por sus trifulcas con radicales del Sevilla y del Génova fueron archivadas.