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Saludo al Sol en Los Pericones

El Patronato Deportivo cierra con medio centenar de asistentes diarios las clases de yoga en el parque

Saludo al Sol en Los Pericones

Una media de 50 personas diarias pasaron este verano por las clases de yoga al aire libre que con el final de agosto han llegado a su fin en el parque de Los Pericones, de la mano del Patronato Deportivo Municipal. La temporada estival convirtió durante dos horas semanales uno de los pulmones verdes de la ciudad en un improvisado gimnasio en el que cada día se dieron cita posturas como la del triángulo, el guerrero o el árbol. El balance de los organizadores, una vez celebrada esta semana la última clase, no puede ser más positivo.

Y es que hasta los días de poca afluencia el número de alumnos se contaba por decenas. "Al final de este mes, debido a las fiestas, sólo acudieron 30 o 40 personas a las clases", explicó ayer Emma Vega, profesora de esta disciplina deportiva que durante el invierno da cursos en el centro municipal de Pumarín. A las clases al aire libre han acudido gijoneses de todas las edades que tenían como objetivo el de unir su mente con el cuerpo mediante ejercicios beneficiosos para la salud. "Me encanta esta actividad, estoy deseando que lleguen los días que hay clase para ir", contó María del Carmen Peñín, de 70 años. "El yoga me ayuda a estirar", añadió. Pero en Los Pericones no sólo se hacía deporte. El yoga también sirvió en muchas ocasiones para socializar.

"La actividad es estupenda. Me gusta saber que mis impuestos están sirviendo para organizar cosas como esta", señaló por su parte María Honorina Calvín, de 66 años, orgullosa del grupo de amigas que consiguió gracias al curso de yoga. "Nosotras no paramos", declaró.

Y es que en estas clases hay gente de todas las edades aunque los alumnos se movían mayoritariamente entre los 40 y los 60 años. "Casi todas han sido mujeres aunque algún hombre también vino", apuntó Emma Vega. "Es muy bueno que esto se haga en la calle porque así la gente puede enterarse mejor y venir", señaló. Durante las clases no ha sido raro ver a algunos viandantes parándose a observar. La mayor parte de los alumnos, de hecho, llegó al parque de Los Pericones gracias al "boca a boca". "A mí me lo dijo mi hija", contó Josefina Ferreiro de 76 años. La venezolana Raquel Barreiro, por su parte, descubrió la actividad por internet. "Estas clases al aire libre son estupendas, me recuerdan a mi país", explicó mientras a su lado Nuria González realizaba los estiramientos con sus hijos. "A veces, ellos también se animan a hacer la actividad", comentó la gijonesa junto a sus niños Santiago y Sthella Fernández, de 10 y 8 años, que disfrutaban practicando ejercicio rodeados de mucho verde, una de las cosas más valoradas por los asistentes a estas lecciones de yoga. "Hacer este deporte en la calle es genial. Yo soy como los niños, cuantas más cosas se puedan hacer al aire libre mejor", enfatizó Blanca Rey, otra alumna. El tipo de yoga, que se impartió "hatha yoga", fue muy aplaudido.

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