La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MIGUEL DONGIL | Autor de "Cuando León rescató la Semana Santa de Gijón, en 1938"

"León envió imágenes en ambulancia para que Gijón tuviese en 1938 Semana Santa"

"El Viernes Santo, un marinero de Málaga cantó una saeta y la gente se lo tomó como un acto irreverente"

Miguel Dongil. JUAN PLAZA

El historiador, profesor y cronista de la Santa Vera Cruz de Gijón Miguel Dongil (Gijón, 1987) presenta hoy "Cuando León rescató la Semana Santa de Gijón, en 1938" a las 19.45 horas en la iglesia de San Pedro, un libro que recuerda la ayuda leonesa para recuperar la Semana Santa en la ciudad tras la Guerra.

- ¿Cómo surge el libro?

-Hubo un interés de las advocaciones de la Santa Vera Cruz de León y Gijón de rememorar la relación que existe tras la Semana Santa de 1938. Como historiador logré recopilar tanta información que propuse hacer un libro y aceptaron.

- ¿Qué pasó en 1938?

-El 24 de agosto de 1936 hay un incendio intencionado en la iglesia de San Pedro Apóstol y se queman los archivos y las imágenes, quedan sólo los cimientos. Aunque la guerra dura hasta 1939, en Gijón acaban los enfrentamientos después de que el bando nacional tome la ciudad el 20 octubre de 1937. El Ayuntamiento entonces, dado que el régimen era proclive a la devoción religiosa, quiere una Semana Santa pero no tiene imágenes. No daba tiempo material para hacerlas y la opción era sólo encontrar otra cofradía que las prestase, pero claro, casi todas procesionan y era difícil.

- ¿Qué papel jugó León?

-La Cofradía de Minerva y la Santa Vera Cruz y la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y la Soledad de León tenían la tradición de turnarse, una cada año. El Ayuntamiento de Gijón se entera y decide enviar una delegación a León para ver si se puede llegar a un acuerdo para prestar las imágenes. El 11 de abril de 1938 llega la comitiva a León y logran un acuerdo de que se pueden prestar siempre y cuando no haya deterioro y se devuelvan lo antes posible. La cesión se hizo ante notario y las enviaron a Gijón en una ambulancia.

- ¿En Gijón no se salvó nada?

-Algún ornamento puntual. Hay fotografías de principios del siglo XX pero no quedó ninguna imagen principal. Se quemaron.

- ¿Qué imágenes cedieron?

-El Cristo Yaciente, la Soledad y la Piedad. Se devolvieron sin deterioros. Y también en ambulancia.

- ¿Cómo respondió Gijón a la Semana Santa de 1938?

-El Viernes Santo había llegado al Puerto el barco mercante "María R." y ahí venían cinco marineros malagueños. Todos asisten a la procesión, y uno de ellos, Luis Gea, al ver pasar las imágenes se puso a cantar una saeta. Ese fervor religioso que hay en Andalucía no se conocía en Gijón y la gente empezó a sisear, pensaron que era un acto irreverente y casi los prenden y tiran al agua. La cosa no fue a mayores. Pero participó mucha gente en las dos procesiones, en Viernes y Sábado Santo.

- ¿Condicionados por la tendencia hacia la fe del nuevo régimen?

-No he investigado lo que plantea pero, como en todo, habría personas simpatizantes del bando nacional que estarían felices y encantadas y otros que por guardar las formas estuviesen allí.

- ¿La Semana Santa mantiene relación con la política?

-Se ha intentado politizar o ver la religiosidad como de sólo un sector de la sociedad. Andalucía es un buen ejemplo. Hay gente de izquierdas y derechas, más o menos extrema. O ateos con devoción por una virgen. En Asturias se ha visto como algo politizado pero es una impresión errada.

- ¿Qué repercusión tuvo después?

-El 7 de agosto de 1941 el Ayuntamiento de Gijón aprobó poner el nombre de León a una calle de la ciudad, en agradecimiento. La calle entre Munuza y Tomás Zarracina.

Compartir el artículo

stats