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El dinosaurio "Quintín", bajo los rayos X

El escáner hecho en Gijón a un esqueleto fósil en el que los expertos llevan trabajando cinco años "permitirá acelerar el proceso de extracción de la roca"

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Los fósiles de dinosaurio hallados en Gijón, pasan por el escáner

El esqueleto de "Quintín", uno de los pocos dinosaurios ornitópodos hallados en Europa, pasó ayer por el escáner de una clínica veterinaria de Gijón. El equipo investigador del Museo Jurásico de Asturias (Muja) siguió con gran atención la reconstrucción en tres dimensiones del fósil, lo que permitirá separar los huesos del bloque de arenisca en el que están incrustados. "Con el TAC ganamos mucho tiempo de trabajo. Nos indica qué profundidad tienen los restos y qué partes de la roca podemos eliminar", asegura el director científico José Carlos García Ramos. El objetivo es que los huesos de "Quintín", que despiertan el interés de paleontólogos de todo el mundo, sean expuestos en 2018 en el museo de Colunga.

Los fósiles, entre los que se encuentran un fémur y parte de un pie, fueron extraídos en diciembre de 2012 en un acantilado de Quintueles (Villaviciosa) -de ahí su nombre-. Un gran helicóptero del Ejército recuperó los restos, incrustado en un bloque de arenisca de 2.600 kilos, catorce años después de que fueran hallados por dos mujeres. Desde entonces, la piedra ha sufrido varios cortes con el fin de sacar a la luz su tesoro: huesos de 154 millones de años de antigüedad.

La paleontóloga Irene Sánchez Cela ha sido la encargada de preparar la pieza de 110 kilos que ayer viajó hasta Gijón. "Llevo siete meses trabajando con una aguja percutora quitando poco a poco la roca. Hay que tener mucho cuidado, porque no se distingue muy bien dónde esta el hueso y no se puede fracturar", explica. Para diferenciar la arenisca del esqueleto, "hay que fijarse en el color y en la textura", añade.

El escáner permitirá acelerar esa labor mediante una reconstrucción en 3D. "Lo que hacemos es un TAC igual que el se practica a personas o animales. Eliminamos las densidades de la piedra y nos quedamos con las del hueso para después estudiarlo", cuenta David Serra, el técnico que estuvo a los mandos del escáner. Además, de "Quintín", los rayos X también examinaron ayer varios bloques de piedra, de 40 kilos en total, correspondientes a vértebras de otro dinosaurio descubiertas en Villaverde. "El de Quintueles es un ornitópodo, pero éste no sabemos a qué especie pertenece. Puede ser una nueva o una existente. De ahí la importancia de este examen", detalla José Carlos García Ramos, que estuvo acompañada por la investigadora del Muja Laura Piñuela. Del posterior análisis y clasificación de los restos se encargará Oliver Rauhut, del Bayersiche Staatssammlung Center de Munich y uno de los mayores especialistas de dinosaurios.

Para el traslado de los bloques desde el Muja hasta la clínica gijonesa Asturpet fueron necesarias muchas manos. Las primeras las de Javier Martínez y Joaquín Victorero, del camping Costa Verde, que fueron los que transportaron las piezas. Y segundo, las de los veterinarios José Mario Larrinaga, Rut Menéndez y Rosa Lázaro. Por primera vez en un escáner de mascotas entran dinosaurios.

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