La Policía Local de Gijón encontró el cuerpo sin vida de una mujer de 54 años en su domicilio, en la parroquia de Somió, después de que los vecinos alertases de que llevaban varios días sin ver a la señora, que vivía sola después de que muriesen sus padres hace un lustro. Las primeras hipótesis apuntan a una muerte por causas naturales pero los agentes se sorprendieron al entrar a la vivienda, repleta de bolsas de basura que confirmaron que la fallecida padecía el síndrome de Diógenes.

La entrada al domicilio se produjo el pasado 27 de diciembre después de que los vecinos de la zona, en el camino de Las Arenas, se extrañasen por la ausencia de la fallecida y de que tampoco había luz en el domicilio. La mujer vivía sola desde que murieron sus padres y no contaba con familiares directos. Hasta allí se dirigieron varios agentes de la Policía Local que tras llamar al timbre y no obtener respuesta optaron por acceder al interior de la vivienda. Su sorpresa fue tremenda al ver que todas las estancias rebosaban de porquería y bolsas de basura. Allí también se encontraron el cuerpo sin vida de la inquilina que debía llevar al menos una semana muerta.

En la finca, llamada "La Parra", también encontraron a sus mascotas, dos gatos y tres perros, que fueron conducidos hasta el albergue de Serín donde se encuentran recogidos a la espera de que puedan ser adoptados. Todos ellos gozan de buena salud después de los exámenes veterinarios practicados. Los canes son los que mejor se han adaptado a su nuevo emplazamiento mientras buscan una familia de acogida para los dos gatos.

El incidente sobresaltó a los vecinos de la parroquia de Somió pues si bien su vecina era muy reservada sí es cierto que tenía un trato agradable y educado con sus vecinos más próximos. Ninguno de ellos llegó a sospechar que la mujer padeciese una enfermedad como Diógenes.