El fenómeno del sexo al aire libre que estos días está en boca de todos en Asturias por las denuncias presentadas por varios vecinos de Gijón que aseguran que han visto a varias personas practicando sexo a pocos metros de un campo de fútbol en el que entrenan varios niños no es algo nuevo ni en el Principado ni en el resto de España. Y no genera pocos problemas a muchas vecinos. Algunos incluso han decidido combatir este fenómeno con prácticas intimidatorias. Es el caso de muchos ciudadanos residentes en Madrid que ven con malos ojos los encuentros casuales (denominados dogging) que mantienen algunas personas en parques públicos amparados por la oscuridad de la noche o, incluso, a plena luz del día.

En los últimos días en zonas como los alrededores de la plaza de toros de Las Ventas (uno de los lugares más frecuentados de la capital para practicar sexo al aire libre) han aparecido pasquines como estos en los que se amenaza a quienes llevan a cabo este tipo de prácticas. “Os informamos de que un grupo de vecinos de ambos lados de la M30 nos hemos organizado para vigilaros. Tenemos varias cámaras con teleobjetivo que funcionan de día y de noche. Sabemos que algunos vivís ceca y otros venís en coche Tenemos apuntadas muchas matrículas (aquí mencionan varios modelos de coche) En cualquier caso si seguís viniendo os seguiremos y buzonearemos vuestras fotos en vuestros bloques, para asco de vuestros vecinos y vergüenza de vuestras familias. Haced lo que queráis pero aquí no”.

La publicación de este mensaje y su posterior distribución por redes sociales indignó a los defensores de los colectivos LGTB, contra los que se carga en las amenazas en las que (por otra parte) no s hace alusión en ningún momento a otras zonas en las que practican sexo personas heterosexuales.

“Si has visto estos carteles por las zonas de cruising (así es como se denomina el sexo entre desconocidos de personas del mismo sexo que en el mundo heterosexual se conoce como dogging) lo necesitamos para estudiar acciones legales contra ello, han aparecido en varias zonas”, relatan desde el Observatorio de Madrid a favor de la igualdad LGTB. “Es increíble que haya estas amenazas en pleno 2018 en Madrid, el cruising no es delito”, sentenció por su parte en redes sociales Rubén López, uno de los activistas más importantes de las redes sociales.

Lo cierto es que en Gijón los vecinos no han llegado a los extremos de Madrid pero muchos exigen una actuación contundente de las autoridades.