Tras el relato de inocencia que mantuvo Celestino G. V. por el asesinato de Silvia Hernández llegó el momento de escuchar la versión de los familiares de la víctima, que ayer declararon tras un biombo para evitar el contacto visual con el acusado. Primero testificó su madre, que aseguró que el procesado apartó a su hija tanto de sus familiares como de sus amigas. "No éramos bienvenidos en su casa", alegó tras dejar claro que su hija sufría malos tratos constantemente por parte de Celestino G. V.. "Si no llegas a casa en media hora te voy a zurrar", apuntó la madre que escuchó una vez cuando su hija habla por teléfono con el encausado. "La quería para él solo y mi hija tenía una dependencia emocional enorme y le tenía miedo; aunque nos dijo muchas veces que le quería dejar", testificó la madre de la progenitor, que defendió que siempre tuvo un buen trato con su hija.

Durante su relato reconoció que Silvia Hernández padecía una invalidez al sufrir un trastorno de personalidad que se agravó tras pasar varios días en coma tras una ingesta masiva de pastillas. Con 16 años se fue a vivir con un novio pocos meses y luego mantuvo una relación de dos años con un tercero antes de conocer a Celestino. "A veces era como una niña", alegó la madre. "Mi hija cambió radicalmente al empezar una relación con él", añadió.

Más contundente se mostró la abuela de la víctima. "Abuelita, me va a matar", relató ante el jurado tras indicar que más de una vez había escuchado al acusado decir a su nieta "hija de puta, te voy a matar". Incluso que vio a Silvia con lesiones que justificaba con excausas.

El día de autos recibió dos llamadas de su nieta, en la última Silvia le aseguró que "temía por su vida". Por ello, su abuela la animó a llamar un taxi y salir de casa casa, pero la llamada se cortó y no volvió a tener noticias de su nieta.