Una década se cumple del fallecimiento de José Manuel Bárcena, cura cabal y paladín de la solidaridad con los más desfavorecidas, próximos o lejanos, en las parroquias populares de Gijón o en Nicaragua. Un sacerdote, como se dijo ayer, "comprometido con los de abajo".

De Bárcena, que murió el sábado 31 de mayo de 2008, hablaron ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón dos personas que lo conocieron y lo trataron, y que abordaron su personalidad desde distintos primas. El sacerdote Alberto Torga, amigo de Bárcena desde la adolescencia, glosó la figura del cura comprometido con la clase obrera "y con el mundo de los pobres y los marginados". Se conocieron en el verano del 46, cuando Torga cursaba tercer curso de Latín en Valdediós y el fallecido hace ahora diez años segundo de Filosofía en Oviedo. "Como a los dos nos gustaba la bicicleta, unas veces venía él hasta Nava para bañarnos en la presa del molín de Modesto y otras iba yo hasta el "pielgu negru", en Infiesto y otras partíamos la mitad del camino y nos bañábamos en la presa de Carancos", relató el octogenario Torga, dueño de una memoria prodigiosa.

También recordó que Bárcena y Novalín fueron "las dos mejoras cabezas de su promoción sacerdotal" y que aún conserva cartas, panfletos y folletos que le mandaba a Alemania, cuando el sacerdote de Nava trabajaba en el apoyo espiritual a los emigrantes españoles y el recordado ayer ya era un paladín del compromiso político y el apoyo a los movimientos obreros católicos en Asturias. "Era un claro defensor de las causas perdidas", sentenció Torga "que a él le gustaba denominar causas que valen la pena".

A una carta personal de José Manuel Bárcena, escrita en la Navidad de 1998, hallada en su casa tras su fallecimiento hace una década, se refirió Lidia Fernandez, presidenta de la asociación "Gaspar García Laviana", otro apellido inmenso en el trabajo incansable en favor de los desfavorecidos. Fernández se refirió al internacionalismo del sacerdote del que en su funeral el arzobispo dijo que tuvo "especial sensibilidad con las heridas del ser humano". E hizo memoria de su compromiso con el pueblo de Nicaragua.