José María Lantero Benedito, uno de los herederos de la quinta "Velázquez Duro", ha llevado hasta el Ministerio de Justicia su pelea para intentar evitar la segregación de la finca, denominada "La Castañal", dentro de la partición de la herencia familiar. Es la última puerta a la que ha picado Lantero, aunque sin éxito, ya que la Dirección General de los Registros y del Notariado ha rechazado, en una resolución de ocho páginas, el recurso que había interpuesto José María Lantero contra la negativa de la titular del registro de la propiedad número 5 de Gijón de rectificar el asiento que en septiembre de 2011 de la escritura de partición de la herencia.

Lantero interpuso el pasado 2 de enero el recurso ante la Dirección General de los Registros y del Notariado y este departamento del Ministerio de Justicia resolvió al respecto el pasado 17 de mayo.

El asunto afecta a una finca y edificio de Cabueñes, incluidos en el catálogo urbanístico municipal, motivo que ha venido alegando Lantero para intentar impedir su división. La finca está próxima al Jardín Botánico Atlántico.

Este conflicto familiar ha pasado por la concejalía de urbanismo, por la Consejería de Cultura, por el Catastro, por la Abogacía del Estado y está pendiente de un pleito civil en el juzgado de primera instancia número 2 de Gijón.

El criterio de la registradora de la propiedad gijonesa, ratificado ahora por el Ministerio de Justicia es que extendido un asiento (en este caso el de la partición de la quinta tras haber obtenido licencia municipal), "la situación resultante queda bajo la salvaguardia de los tribunales, produciendo todos sus efectos mientras no se declare su inexactitud, precisándose para su rectificación, bien el consentimiento de los titulares, bien la oportuna resolución judicial dictada en juicio declarativo". La pretensión del recurrente, en cambio, era que la registradora anotara su escrito de oposición a la segregación de la finca y le comunicara esa inscripción a la juez que lleva el caso. La Dirección General de los Registros, en cambio, considera que "no es posible, en el concreto ámbito de este expediente, revisar, como se pretende, la legalidad en la práctica de dichos asientos ni la calificación positiva previa en que encuentran fundamento los efectos de ligitimación que dichos asientos generan".

Entre otras cosas, José María Lantero señaló que la finca pasó de 14.105,51 metros cuadrados en la escritura original a los 15.264 reseñados en la inscripción registral. Las idas y venidas de Lantero con la finca "La Castañal" se remontan a 1997, cuando recurrió a la Consejería de Cultura para intentar evitar el deterioro de esta finca catalogada.