Ana Castaño, edil de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Gijón, llamó ayer a "replantear" la política de ingresos del Consistorio que, asumió, se encuentra en una situación "muy preocupante".

Para fundamentar su afirmación, Castaño ofreció datos comparativos del cierre del ejercicio de 2015 y 2017. En apenas dos años, los ingresos municipales descendieron 7.897.951,92 euros, mientras que los gastos corrientes no dejan de aumentar: 4.697.082,79 euros en ese periodo. Solo de IBI urbano se dejó de ingresar 1.176.057,76 euros en esos dos años.

Un escenario que "se vuelve aún más preocupante con el Plan económico financiero, que continúa con esta tónica de reducción de ingresos", casi 2 millones en 2019. Castaño advirtió que "será imposible mantener las prestaciones y servicios si no se aumentan los ingresos".