La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias le ha impuesto una pena de cuatro años de cárcel al gijonés Celestino G. V. después de que el jurado popular le considerase responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave un delito de homicidio por imprudencia graveque acabó con la vida de Silvia Hernández. Los cuatros años es el máximo de privación de libertad para este tipo de delito. Cabe recordar que antes del veredicto del jurado tanto la acusación particular como la popular solicitaban la prisión permanente revisable por un delito de asesinato.

Celestino G. V. siempre negó que quisiese acabar con la vida de su pareja sentimental. "Juro por Dios y por mi hija, que es lo que más quiero, que todo lo que dije y dijo mi abogado es verdad", enfatizó el acusado en el turno de la última palabra, donde aseguró que está intentando recuperarse de sus adicciones al alcohol y las drogas. "En estos dos años y pico que llevo en la cárcel, sin alcohol, pienso en la vida tan desgraciada que llevábamos antes", lamentó Celestino G. V.

Silvia Hernández murió a los 34 años en Gijón el 13 de marzo de 2016, en el domicilio de Roces en el que vivía con el ahora condenado tras una disputa doméstica. Ella falleció desangrada tras herirse con un cuchillo después de una discusión con su pareja.