La Policía Local se vio "superada" por el "macrobotellón" que se organizó este fin de semana en el campus gijonés de la Escuela Politécnica de Ingeniería, debido al control de acceso que evitó que los jóvenes pudieran acceder al recinto de las fiestas de Cabueñes con ningún tipo de bebida alcohólica. Así lo aseguró ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, que enfatizó que "los agentes actuaron bien, intentando por encima de todo garantizar la seguridad".

El edil forista aseguró que los policías desplegados en el dispositivo especial con motivo de las fiestas -tanto de la Policía Local como de la Nacional-, "no dieron abasto" ante la gran cantidad de jóvenes que acudieron tanto el viernes como el sábado ante una de las primeras verbenas estivales que se celebran en el municipio. Fueron "muchos miles" de personas, estima Aparicio. "En estos casos -explica- la policía tiende a evitar problemas de seguridad" y por ello, para no "agravar la situación", "se decidió no intervenir" en el "macrobotellón" que se desarrolló en los terrenos junto a la escuela de Marina Civil, en el campus gijonés. Un espacio que quedó repleto de bolsas de plástico, vasos y botellas de alcohol, entre otros restos de basuras. "Es como si hubiera pasado una piara", valora Aparicio.

El concejal sostiene que "con cien unidades quizá lo hubiéramos evitado, pero siendo ocho, es imposible", reiterando que "lo prioritario fue garantizar la seguridad, evitar las aglomeraciones y estampidas o cualquier situación de riesgo para que no hubiera ninguna víctima de ningún tipo", arguye.

"No se puede hacer otra cosa, sin personal, no se puede", analizó el edil de Seguridad Ciudadana, aún cuando "se organizó un dispositivo especial en la fiesta y sus alrededores con todos los agentes disponibles. Fue el despliegue máximo operativo que se pudo llevar a cabo, pero está claro que fue insuficiente". Por ello, de cara a las próximas verbenas que se celebren en el concejo -por ejemplo Castiello, a finales de este mes-, el edil valora poder aumentar esta dotación.

Viajes de la ambulancia

El organizador de las fiestas de Cabueñes, Ignacio Moro, se mostró "muy contento por cómo salió todo". La promovida por él fue la primera verbena estival con control de acceso mediante vigilantes de seguridad y un recinto acotado por más de 450 metros de vallas. Una fórmula propuesta por el Ayuntamiento para evitar el "botellón" en las fiestas de prau gijonesas.

Una medida que, sin embargo, para Moro se queda corta. "¿De qué sirve que yo evite el 'botellón' dentro del recinto de la fiesta si la Policía no hace lo mismo fuera? Estamos como estábamos", enfatiza el organizador. De hecho, y como muestra, asegura que "la ambulancia que teníamos nosotros contratada, tuvo que dar varios viajes para recoger a gente que estaba borracha fuera del recinto", en el "macrobotellón" celebrado en los aledaños de la escuela de Marina.

No obstante, el balance general que hace Moro es positivo. "Se notó la medida, fue una fiesta mucho más tranquila, sin ningún problema en la verbena" y, evidentemente, "al no poder entrar la gente con bebidas, notamos el aumento de ventas en las barracas".